por Fayerwayer
19 de julio de 2025
¿Estamos a punto de ver los cielos de nuestras ciudades, desde Santiago hasta CDMX, llenarse de coches voladores antes de lo que imaginamos?
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La idea de los coches voladores ha sido una fantasía recurrente en la ciencia ficción durante décadas. Desde “Los Supersónicos” hasta “Blade Runner”, la promesa de una movilidad tridimensional ha capturado nuestra imaginación. Hoy, esa fantasía está más cerca de convertirse en una realidad palpable que nunca. Compañías aeroespaciales, startups tecnológicas y fabricantes de automóviles están invirtiendo miles de millones en el desarrollo de eVTOLs (vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical), y las últimas pruebas y certificaciones sugieren que 2025 podría ser el año clave para su entrada en el mercado comercial.

Despegue inminente: De prototipos a vuelos con pasajeros
Lo que antes eran meros prototipos en hangares secretos, ahora son aeronaves en fase avanzada de pruebas, algunas incluso realizando vuelos tripulados. Empresas como Joby Aviation, Archer Aviation, Lilium y Volocopter están liderando la carrera, presentando diseños que van desde pequeños aviones con rotores múltiples hasta vehículos parecidos a helicópteros compactos, todos impulsados por energía eléctrica para reducir el ruido y las emisiones.
Estos eVTOLs están diseñados para operar de manera autónoma o con un piloto, y su principal atractivo es la capacidad de despegar y aterrizar verticalmente, eliminando la necesidad de pistas de aterrizaje tradicionales. Esto los hace ideales para la movilidad urbana, permitiendo rutas directas sobre el tráfico congestionado. Ciudades como Los Ángeles, Nueva York, París y Dubái ya están invirtiendo en la infraestructura necesaria, los llamados “vertipuertos”, que serán las estaciones de aterrizaje y despegue para estos nuevos “taxis aéreos”. La visión es clara: reducir drásticamente los tiempos de viaje en distancias cortas y medianas, ofreciendo una alternativa de transporte rápida y eficiente para pasajeros y paquetería de alta prioridad.

Seguridad y regulación: Los desafíos de “conquistar” el cielo
Si bien la tecnología está avanzando a pasos agigantados, los mayores desafíos para la adopción masiva de los coches voladores radican en la seguridad y la regulación. Las agencias de aviación civil de todo el mundo (como la FAA en Estados Unidos o la EASA en Europa) están trabajando a marchas forzadas para establecer los marcos normativos que permitan la operación segura de estos vehículos en entornos urbanos densamente poblados. Esto incluye desde la certificación de aeronaves hasta la gestión del tráfico aéreo a baja altitud y la formación de pilotos (o la supervisión de sistemas autónomos).

Otro punto crítico es la aceptación pública. La idea de vehículos volando sobre nuestras cabezas genera tanto entusiasmo como aprehensión. Aspectos como el ruido (aunque los eVTOLs eléctricos son mucho más silenciosos que los helicópteros), la seguridad en caso de fallos y la privacidad visual son preocupaciones legítimas que las empresas y reguladores deberán abordar con transparencia. Sin embargo, los beneficios potenciales son enormes: aliviar la congestión del tráfico terrestre, reducir la contaminación y abrir nuevas oportunidades económicas. La visión de un futuro donde viajar por aire sea tan común como hacerlo por carretera ya no es solo un sueño; es un plan de vuelo que se está ejecutando, y 2025 podría ser el año en que realmente empecemos a verlo despegar.