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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La coalición gobernante de Japón perdió su mayoría en las elecciones de la cámara alta, un golpe para el primer ministro Shigeru Ishiba. A pesar de esto, Ishiba no renunciará, lo que lo deja vulnerable a mociones de censura. El PLD y Komeito no alcanzaron los 50 escaños necesarios. El partido populista Sanseito tuvo avances. Estos resultados aumentan la inestabilidad política, especialmente ante los aranceles de EE.UU. Ishiba también perdió el control de la cámara baja en octubre. Su estrategia comercial con Trump ha sido criticada. La oposición fragmentada dificulta la formación de un gobierno alternativo. Sanseito, de corte nacionalista, promueve políticas restrictivas. Expertos ven posible la renuncia de Ishiba y una situación política inédita en Japón.

La coalición gobernante de Japón perdió su mayoría en las elecciones de la cámara alta este domingo, según proyecciones de encuestas a boca de urna, en un resultado desastroso para el primer ministro Shigeru Ishiba.

Pese a ello y en una acción insólita desde la formación de gobiernos democráticos a partir de la II Guerra Mundial, Ishiba anunció que no tiene previsto renunciar al cargo, asegura la agencia de noticias Anadolu. Esto dejaría a Ishiba vulnerable a mociones de censura que podrían derribar su administración y desencadenar nuevas elecciones generales.

El Partido Liberal Democrático (PLD) de Ishiba y su socio Komeito ganaron alrededor de 41 de los 125 escaños en disputa, por debajo de los 50 necesarios para mantener la mayoría, informaron medios locales, mientras que el partido populista Sanseito obtuvo importantes avances.

Se espera que los resultados aumenten la inestabilidad política en la cuarta economía más grande del mundo, justo cuando se avecina un plazo clave para la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos.

Aunque esta votación no determina directamente si el ya debilitado gobierno en minoría de Ishiba caerá, sí aumenta la presión sobre el atribulado líder, quien también perdió el control de la cámara baja —más poderosa— en octubre.

El PLD, que ha gobernado Japón durante la mayor parte del período de posguerra, tuvo su peor desempeño en 15 años en las elecciones de la cámara baja celebradas en octubre.

Se proyecta que el partido populista de derecha Sanseito haya logrado avances importantes, ganando entre 10 y 22 escaños, sumándose a los dos que ya posee en la cámara de 248 miembros.

El PLD, de centro-derecha, ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde 1955, aunque con frecuentes cambios de liderazgo.

Ishiba, de 68 años, un autoproclamado “obsesionado con la defensa” y entusiasta de los trenes, alcanzó la cima del poder en septiembre pasado en su quinto intento y de inmediato convocó a elecciones.

Pero esta decisión le salió mal y la votación dejó al PLD y a su pequeño socio de coalición Komeito necesitados del apoyo de partidos opositores, lo que obstaculiza su agenda legislativa, informa el británico The Telegraph.

Comercio con Trump

El descontento persistente por un escándalo de financiamiento del PLD y los aranceles estadounidenses del 25% que están programados para entrar en vigor el 1 de agosto —si no se logra un acuerdo comercial con EE.UU.— están agravando la caída en la popularidad del partido.

Donald Trump echó por tierra la posibilidad de un acuerdo la semana pasada, al afirmar que Japón no va a “abrirse al mundo”.

“No cederemos fácilmente”, dijo Ishiba este mes.

Su aparente estrategia maximalista de insistir en la eliminación total de todos los aranceles también ha sido objeto de críticas.

Dada la fragmentación de la oposición, son pocas las probabilidades de que los partidos puedan formar un gobierno alternativo.

El partido Sanseito, de corte nacionalista, promueve “reglas y límites más estrictos” a la inmigración, se opone al “globalismo” y a las políticas de género “radicales” y propone replantear la descarbonización y las vacunas.

La semana pasada, Sanseito se vio obligado a negar vínculos con Moscú —que ha respaldado partidos populistas en otros países— luego de que un candidato fuera entrevistado por medios estatales rusos.

“Ellos pusieron en palabras lo que yo había estado pensando durante años pero no sabía cómo expresar”, dijo un votante en un mitin de Sanseito.

Toru Yoshida, profesor de política en la Universidad Doshisha, dijo antes de conocerse las proyecciones mediáticas que, si la coalición perdía la mayoría, Ishiba “podría tener que renunciar”.

Japón podría “entrar en una dimensión desconocida de tener un gobierno minoritario en ambas cámaras, algo que nunca ha ocurrido desde la Segunda Guerra Mundial”, agregó Yoshida.

En uno de los centros de votación de Tokio el domingo, Atsushi Matsuura, un votante de 54 años, dijo: “Los precios de los productos están subiendo, pero me preocupa más que los salarios no están aumentando”.

Hisayo Kojima, otra votante, expresó su frustración porque el monto de su pensión “se está reduciendo cada vez más”.

“Hemos pagado mucho para mantener el sistema de pensiones. Este es el tema más urgente para mí”, dijo la mujer de 65 años.