por Hobby Consolas
20 de julio de 2025

Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es un gran remake de los clásicos de Naughty Dog, pero falla en uno de los aspectos clave según el cocreador del juego original.
Una obra maestra del género de plataformas como Crash Bandicoot bien merecía un gran remake, y podemos decir que Crash Bandicoot N. Sane Trilogy lo es. Es un recopilatorio que reúne los tres juegos clásicos de Naughty Dog, realizado por Vicarious Visions en 2017.
Puedes jugarlo en Xbox Series X|S, Xbox One y PC sin coste adicional a través de Game Pass, y así comprobar si hace justicia con las tres joyas que disfrutamos hace más de 20 años en PlayStation.
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy hace honor al juego original de 1996 por su renovación gráfica, un aspecto que fue clave en el título de PS1, y podemos decir lo mismo de la mayoría de sus mecánicas, desafíos y puzles.
Pero no es perfecto. O, al menos, el cocreador del Crash Bandicoot original considera que este remake falla en un apartado que el considera clave en cualquier buen juego de plataformas que se precie.
''En mi opinión (¡palabra clave, opinión!), el remake de Crash Bandicoot acertó casi todo. Excepto los 30 milisegundos más importantes'', asegura Andrew Gavin en su perfil de LinkedIn. Hace tiempo explicó por qué vendieron Naughty Dog a Sony PlayStation en su día.
¿A qué 30 milisegundos se refiere el cocreador de Crash Bandicoot? Muy atentos, porque es el motivo por el que cree que el clásico de 1996 sigue estando por encima del remake de 2017, al menos en términos de diseño.
N. Sane Trilogy ignoró este factor clave de Crash Bandicoot

En 1996, cuando Crash Bandicoot se convirtió en abanderado de las plataformas 3D en PlayStation, no existían los joysticks analógicos en los mandos. Esto hizo que el título de Naughty Dog fuera una pesadilla (por su dificultad) por la obligatoriedad de usar la cruceta direccional sí o sí.
Respecto a los saltos (una mecánica fundamental en el género), Andrew Gavin, Jason Rubin y compañía tenían dos opciones: optar por un salto de altura fija al pulsar el botón correspondiente, o probar algo nuevo.
Se decidieron por lo segundo, creando un complejo sistema que detectaba la presión ejercida por el jugador en el botón de salto, entre 30 y 60 milisegundos.

De esta forma, Crash saltaba a menor altura si dábamos un ligero toque al botón, y saltaba mucho más alto si manteníamos el botón por más tiempo. Fue una gran revolución en la época.
''Cuando rehicieron Crash, clavaron el aspecto visual. Se veía genial, fiel al original, conservando la esencia. Luego, arruinaron por completo el funcionamiento de los saltos''.
Vicarious Visions no tuvo en cuenta esta mecánica para Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, ya que optaron por un salto de altura fija. Al comprobar que no funcionaba bien en las plataformas, decidieron que Crash saltase siempre más alto, incluso de forma desproporcionada.
''La mecánica fundamental de salto del juego se siente peor que la del original de 1996, a pesar de funcionar con un hardware mil veces más potente. Los detalles de la sincronización y la sensación importan mucho más de lo que la gente cree''.
Gavin critica los saltos flotantes del remake, ya que dificultan que los jugadores lleguen a zonas clave con Crash. Es por eso que las caídas son muy frecuentes en Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, porque sus creadores ignoraron uno de los triunfos más desconocidos del original.
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy está disponible en PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch, PC y se puede jugar en Nintendo Switch 2 gracias a la retrocompatibilidad. Los fans desean que la trilogía clásica llegue algún día a PS Plus Premium, pero de momento no ha ocurrido.
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