19 de julio de 2025
Cuando un dispositivo se ha quedado obsoleto, se estropea o simplemente queremos uno más nuevo, normalmente o lo tiramos a la basura sin muchos miramientos o lo reciclamos o incluso le damos una segunda vida útil. No obstante y habida cuenta de la cantidad de residuos electrónicos que generamos, lo suyo sería olvidarse de la primera y optar por la economía circular.
El problema ambiental de la enorme generación de residuos unido a la necesidad de materias primas para fabricas otros nuevos hace que reciclar sea cada vez más importante por cuestiones ambientales. Porque los residuos valen oro, pero es que además de los residuos se puede obtener oro.
De basura electrónica a oro pasando por queso
A este hallazgo han llegado un equipo de investigación de la Universidad Federal Suiza de Tecnología de Zúrich (ETH Zürich) en un paper que presenta un método para extraer oro a partir de residuos electrónicos. Algunos apuntes curiosos del sistema:
- Para el sistema utilizan principalmente un subproducto de la producción de queso, en concreto una esponja elaborada a partir de una matriz proteica.
- Según su estudio, a partir de 20 placas base antiguas fueron capaces de extraer una pepita de oro de 22 quilates y 450 miligramos de peso. Para hacernos a la idea, es el equivalente a lo que pesa una hormiga o unos pocos de arena. Pero menos es nada.
Eso sí, este proceso de extracción tiene letra pequeña. Para empezar, el sistema está todavía muy verde como para pensar en un método comercial estándar. De hecho, son solo unas pruebas preliminares.
En cualquier caso, no deja de ser el inicio de algo prometedor: residuos, queso y oro. Esta es la descripción del proceso de ETH Zurich, todo el proceso funciona de la siguiente manera: se desnaturaliza proteínas de suero en condiciones ácidas y altas temperaturas para luego agregarlas en fibras de proteínas de un gel. Una vez seco, la esponja está lista.
Se disuelven placas base de ordenadores antiguos en una solución ácida para ionizar los metales y finalmente se coloca la esponja de fibra, de modo que los iones de oro se adhieren a las fibras de proteína. Finalmente, la esponja se calienta y las láminas de oro resultates se funden formando una pepita.
Lo que resulta es lo que se ve sobre estas líneas: una pepita de oro compuesta por un 91 por ciento de oro y un nueve por ciento de cobre, es decir, los anteriormente mencionados 22 quilates.
Además del origen y el resultado, lo que hace que este sistema sea tan especial es que según el equipo de investigación presenta varias ventajas frente a otros en términos de toxicidad y energía. Así, energéticamente hablando consume menos y emplea un producto de desecho de la producción de alimentos.
Según Raffaele Mezzenga, líder del proyecto, es "¡más sostenible, imposible!". No obstante, queda lo más importante: que pase de un sistema experimental a lo comercial.
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Portada | Nathan Cima en Unsplash y Sergei Starostin en Pexels
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La noticia
El dispositivo electrónico que casi todo el mundo tira y tiene oro de 22 quilates
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Eva R. de Luis
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