por Hobby Consolas
20 de julio de 2025

Una Steam Deck inservible ha vuelto a la vida, gracias a un usuario que logró reparar la consola con componentes de Nintendo DS y mucho ingenio.
Steam Deck es una maravilla, aunque no está al alcance de todos los bolsillos: los modelos actuales oscilan entre los 419 euros y los 679 €, en el modelo más avanzado con pantalla OLED.
Y es que el precio de los dispositivos portátiles no deja de subir, como demuestra la filtración de ROG Xbox Ally: 599 el modelo estándar y 899 € para la gama ROG Xbox Ally X.
¡Pero hay que hacer de la necesidad virtud! Es lo que se propuso un usuario, que con una Steam Deck rota, una Nintendo DS y mucha maña, ha creado una consola de primera fila.
Así es la Steam Deck de 80 dólares con piezas de Nintendo DS
Una Steam Deck a precio de saldo, mucha paciencia y una Nintendo DS rota le bastaron a David para resucitar una consola que parecía perdida.
David, un usuario de Reddit, ha compartido su hazaña: devolver la vida a una Steam Deck inservible que consiguió por 80 dólares, apenas 68 euros.
En manos de su anterior dueño, había sufrido una "cirugía" fallida. Intentando reemplazar los botones, terminó arrancando el 70% de las almohadillas de conexión.
Pero donde otros solo verían una carcasa condenada, David vio un reto. Con paciencia, herramientas y lo que él llama su "cementerio de consolas", empezó el meticuloso proceso de restauración.
Una vieja Nintendo DS Lite fue la clave, ya que los botones superiores de la portátil encajaban a la perfección con los de Steam Deck. Bastó un poco de habilidad para integrarlos en la placa.
Pero el trackpad derecho seguía siendo un problema. Encontró uno compatible en una web china por unos 30 dólares, y dos meses más tarde, el componente llegó. Funcionaba perfectamente.
Pese a la suma de injertos y reparaciones, el resultado final no es un engendro: es una Steam Deck que parece salida de fábrica, y con un toque extra muy "cool", gracias a su carcasa posterior translúcida.
La parte más compleja fue restaurar las pistas rotas de la placa base, al sacar el cobre bajo la máscara de soldadura y volver a unirlas. “Suena más difícil de lo que es”, comenta. “Solo necesitas paciencia y un pulso firme”.
Más allá del logro personal, su historia pone en evidencia un punto interesante sobre Steam Deck: es más fácil repararla de lo que uno pensaría.
David opina que Valve ha hecho un buen trabajo en este sentido, aunque sugiere que publiquen diagramas técnicos y vender más repuestos mejoraría aún más la experiencia.
En total, con algo más de 100 dólares invertidos, David no solo consiguió una Steam Deck funcional, sino también una victoria frente a la obsolescencia programada. ¡Menudo ejemplo de talento el suyo!
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