Ver a Akira Toriyama dibujando (y coloreando) a Goku con su técnica de 1995 es el regalazo que hoy te mereces

Las aventuras de Goku y sus amigos continuarán, pero absolutamente nadie podrá reemplazar el talento de Akira Toriyama. La clave del éxito de Dragon Ball nace de su manera de abrazar la emoción, insuflarle sorpresas que estallan en la cara de sus personajes y apostar muy fuerte por la genuina diversión sin ceñirse a canon alguno, pero es que al conjunto hay que añadir un estilo de dibujo tan icónico como deliciosamente sencillo. ¿Lo mejor de esto último? Su técnica era alucinante.

El modo en el que Toriyama solía dibujar, su estilo, estaba tan pulido que para hacer a uno de sus personajes en una pose dinámica como la que puedes ver en nuestra imagen principal no necesitaba partir ni de formas básicas. A diferencia de Toyotaro y tantos otros dibujantes de renombre no malgastaba trazos y las referencias estaban en su cabeza y, de ahí, pasaban directamente al portaminas. Es más, los detalles menores como los cabellos, los gestos o los dedos los añadía durante el propio proceso de entintado. Suena loco, pero porque es muy loco.

A la primera y sin trazos de más: así dibujaba Akira Toriyama en tiempo real

Como puedes ver a continuación, el propio Toriyama se sorprendió en el año 1995 que los autores de manga contemporáneos al final de Dragon Ball empleasen tantos trazos ya que, según él, no tenía tiempo para ponerse a hacer las formas básicas y se dedicaba a hacer una versión casi final del dibujo. Algo que, no lo vamos a negar, casa con su filosofía de terminar rapidito. Por ello los escenarios duraban tan poco durante las batallas. 

El vídeo en cuestión se grabó en 1995 por el propio Toriyama y se publicó años después con los comentarios del autor con motivo del JumpSchool, y viene con una sensacional entrevista (el canal ac6ut  lo ha compartido en japonés, con subtítulos en inglés) y ofrece muchas apreciaciones curiosas, como que le costaba un poquito dibujar a personajes mirando hacia la derecha con esta técnica como a muchos autores diestros o que jamás cambió su pluma de entintar porque, en esencia, es la única que sabía usar bien.

En la entrevista quizás no haya información tan relevante en cuanto a Dragon Ball, pero sí hay datos extremadamente curiosos de su autor. A la hora de entintar solía empezar por la cara salvo que hubiese un brazo o cualquier otro objeto delante, aunque le era un poco indiferente. De hecho, Toriyama confesaba que era un poco desastre a la hora de cuidar sus lápices y herramientas de dibujo y no usaba un tipo de papel caro porque el que solía emplear tenía una rugosidad que le habilitaba que al entintar con su técnica pudiese hacer líneas muy finas con buena precisión.

Un detalle a tener en cuenta es que, durante la serialización de Dragon Ball, Toriyama delegaba en sus ayudantes la tarea de llenar los espacios negros como el cabello o los fondos. Eso, sobra decir, le hacía ganar muchísimo tiempo. Entintar el pelo de Goku no es sencillo, dada su curiosa forma, de modo que -como ya comentamos en VidaExtra- cuando a sus ayudantes les empezó a hacer engorroso rotular tantos elementos en negro, decidió que la transformación en super saiyan consistiese en que el pelo y los ojos fuesen de color claro. ¡Así era Toriyama!

La evolución de Goku a través del estilo de Toriyama

¿Y qué pasa con el color? En aquella época, tras acabar la saga de Buu, empleaba tintas de color Luma que él mismo mezclaba. Una marca que, para la grabación de la entrevista, se dejó de distribuir. Al menos, en Japón. Antes usaba un tipo de lápices especiales pero cambió al recibir el consejo de un dibujante se manga shojo. Sin embargo, el dato clave es que al usar este estilo debía ser muy rápido ya que si se dispersaba mucho en los detalles la tinta se le secaba. Por suerte, Toriyama era rapidísimo.

Akira Toriyama ha tenido un mismo estilo de dibujo a lo largo de toda su obra que ha calado y, a la vez, evolucionado de manera constante a lo largo de su carrera, pero la etapa final de Dragon Ball fue, de largo, la que realizó con una técnica y una manera más apresurada y eso se nota. A efectos prácticos nos dejó con personajes y escenarios que, quizás, no estaban tan detallados pero eso favorecía enormemente la acción y la narrativa, aligerando el peso de las páginas y la carga visual.

Con todo, muchos años después recuperó ese estilo propio, más redondeado aunque igual de simple, que tanto le gustaba hacer adoptando plenamente el uso de herramientas digitales para dibujar y colorear. Algo que, si lo piensas, casa perfectamente con su filosofía de hacer las cosas de la manera más sencilla, rápida y -a ser posible- divertida.

Los últimos dibujos de Akira Toriyama sobre Dragon Ball que conocemos fueron publicados con motivo de la publicación de las ediciones Blu Ray y DVD de Dragon Ball Daima en calidad de bocetos y otros extras. Ya no necesitaba emplear ni portaminas, ni tinta negra o de color. 

Y, sin embargo, absolutamente nadie, por mucho tiempo y trazos que emplee, podrá darle a Son Goku una mirada y una sonrisa tan reconocible como las que le dibujaba su padre. Como las que, de manera fugaz pero rebosante de talento, hacía Akira Toriyama.

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