“En mi familia nunca se transmitió una pasión por el fútbol chileno, ni por Universidad Católica”

Hace algunas semanas, la Universidad Católica confirmó la salida de Thomas Gillier del club. El arquero no extendió su contrato con el equipo, y tendría todo cerrado para ser nuevo guardameta del Bologna, equipo de la primera división de Italia.

Aunque mediante una carta en sus redes sociales, el formado en los pastos de San Carlos de Apoquindo ya se despidió de la institución y los hinchas, durante la jornada de este martes, el portero concedió una entrevista a TNT Sports, donde explicó los motivos de su decisión de emigrar.

“Pasa principalmente por una visión clara de carrera. Cuando me presentan el proyecto para salir del club, me presentan un proyecto y un desarrollo deportivo que me permite crecer como jugador, que al final eso es lo que más me importa. Sentí que era el momento de dar el paso, de poder seguir evolucionando como jugador y aceptar esta tremenda oportunidad”, comenzó remarcando Gillier,

“Fue una decisión pensada, para nada impulsiva y siempre salir de tu zona de confort es algo difícil, porque yo me siento cómodo en la Universidad Católica, tengo un cariño gigante por todos los hinchas que me han apoyado desde que soy juvenil... en mi familia nunca se transmitió una pasión por el fútbol chileno ni por Universidad Católica y si es que hoy en día soy hincha de Universidad Católica es gracias a ellos, porque me transmitieron su pasión, me transmitieron su apoyo, su cariño y eso es impagable”, agregó el arquero sobre el apoyo del hincha cruzado.

Acerca de sus inicios como titular en el arco de la UC, señaló que “cuando me toca empezar a jugar con Nicolás Núñez y después con Tiago Nunes, yo tenía claro que era la oportunidad de mi vida, prácticamente. Mi visión siempre fue: ‘probablemente no me toquen muchos partidos’, pero los partidos que me van a tocar tengo que demostrar que estoy preparado”.

Al ser consultado sobre la lesión que lo mantuvo alejado de las canchas en el último periodo, remarcó: “fue todo muy muy rápido, porque el día siguiente ya me estaban operando. Entonces, obviamente que te genera un poquito de preocupación, porque me avisan inmediatamente que se había roto el tendón y que no iba a poder ser parte”.

“Pero inmediatamente dije: ‘ok, entonces doy vuelta a la página ¿Qué es lo que necesito ahora para mejorar? para seguir trabajando independiente de los obstáculos’. Creo que fue un proceso en el cual yo mejoré como deportista, estoy completamente convencido de que de que soy un mejor deportista de lo que era antes de que me lesionara, porque independiente de los obstáculos pude seguir mejorando", sentenció Thomas Gillier.