por Espinof
25 de junio de 2025
'Ironheart' juega contra su peor enemigo: los prejuicios de un público que ya la ha juzgado (e ignorado) antes de su estreno
'Ironheart' ha descansado en un cajón de Marvel Studios desde noviembre de 2022, cuando acabó de rodarse, hasta junio de 2025, cuando por fin ha tenido a bien estrenarse en Disney+. Por el camino ha habido distintos montajes, pases de prueba, problemas internos... Intentos, según se decía, de salvar una serie insalvable por la que nadie daba un duro y que, a priori, representaba mejor que ninguna otra la peor etapa de la historia de Marvel, aquella en la que aprobaron proyectos y proyectos sin control.
Sin embargo, el producto final es resultón, divertido y ha sido capaz de esconder los problemas de su producción de manera casi total (con la excepción de un piloto que no se entiende a sí mismo) hasta llegar a un episodio final que se cuenta entre lo mejor que Marvel Studios ha estrenado en Disney+. Sí, hay aristas aquí y allí, y la serie nunca pasa del mero y digno entretenimiento con pequeños intentos de convertirse en serie de prestigio, pero no es, ni de lejos, el desastre que muchos auspiciábamos. Y es un gustazo estar equivocado.
Once more, with feeling
'Ironheart' podría ser el ejemplo perfecto que poner al lado de la expresión "ir de menos a más". Sus primeros diez minutos son todo lo que nos temíamos que iba a ser: un lío narrativo repleto de exposición argumental que no fluye con naturalidad y está exento de ritmo coherente. Todo el piloto, de hecho, sufre de una falta de concreción y tono que nos hace esperar la debacle más absoluta. Sin embargo, de pronto, en el siguiente capítulo parece otra serie distinta, centrada y con cierto carisma, que no deja de ascender en interés hasta un final apoteósico que nos deja el mejor cliffhanger (todo apunta a que se quedará ahí, sin continuación) del Marvel televisivo.
Lo más sorprendente de esta serie es que, siendo como es un producto secundario (o quizá precisamente debido a ello), tenga tanto corazón. Al final, las aventuras de Riri no conforman una búsqueda de su identidad ni un clásico viaje del héroe: en realidad, 'Ironheart' trata sobre el vacío existencial, la pena que queda tras la muerte, aferrarse a una mentira para poder mantener los pies sobre el mundo. O, en el caso de nuestra superheroína, levantarlos, vaya. La relación entre la protagonista y Natalie, su mejor amiga reconvertida en IA, es, sin duda, lo mejor de un producto que evita por los pelos ser puro contenido de relleno gracias a unas relaciones creíbles y naturales, unas set pieces de acción destacables, algunos detalles de dirección inesperados y, en general, al esfuerzo que pone en ser más y mejor de lo que debería ser. De lo que todos creíamos que sería.
Tristemente, y como buen producto con intención mainstream (pero alma de película independiente, especialmente en sus primeros capítulos), el guion de 'Ironheart' piensa excesivamente en el público más centrado en mirar el móvil que en ver cada episodio, repitiendo continuamente los mismos diálogos y afianzando una y otra vez relaciones ya establecidas, casi avisando del momento en el que el espectador debe volver a prestar atención porque llega una escena de acción. No me gusta, claro, pero, más allá de la televisión de prestigio, es un síntoma de nuestros tiempos y como tal hay que aceptarlo: la historia podría despacharse perfectamente en cuatro episodios (o seis más cortos), pero este continuo runrún, que no quiere dejar a nadie atrás por desconectado que esté de su trama principal, acaba por lastrar en parte sus buenas intenciones. Y es una pena.
¿Te llamas Iron Chick?
Sé que muchos temen que 'Ironheart' haya nacido con la intención de sustituir a Iron Man. Pero, por si la presentación de Robert Downey Jr en 'Vengadores: Doomsday' no fuera suficiente indicio de que no es el camino que Marvel quiere llevar, la propia serie se preocupa de tomar distancia respecto a Tony Stark... aunque eso no significa que no tengan ninguna unión. Una vez más, Marvel, para buscar ideas, vuelve a inclinarse hacia las apariciones del superhéroe favorito de la empresa para rascar una conexión tan endeble como plausible. Al menos, y aunque que la revelación se nota forzada, consigue ir más allá de la mera referencia y construye un personaje interesante y tridimensional a partir de ahí.
Es lo único que la serie le debe a 'Iron Man': 'Ironheart' es más precaria, callejera y -relativamente- real, y sus villanos pertenecen al reino de la mafia, no al de los supervillanos modificados genéticamente. Esto hace que sus escenas de acción sean más de andar por casa, poco ambiciosas pero dinámicas y bien resueltas (con algún que otro detalle de efectos visuales que, como no podía ser de otra manera, se ha quedado a medio gas), con personajes bien definidos que ayudan a que la serie no caiga en la simple lucha del héroe contra un puñado de secuaces aleatorios. Cuando emula una película de atracos, funciona. Cuando es un clásico entretenimiento Marvel, funciona. Cuando se pone emocional, funciona. Dentro de sus posibilidades, y viniendo de donde venimos, tampoco le podemos pedir mucho más.
Chinaka Hodge, la showrunner, probablemente ha sentido que no ha podido contar todo lo que quería. Por ejemplo, solo han quedado algunos detalles sueltos sobre el racismo policial o sobre la unión social en los barrios más pobres de Chicago que podrían haber dado más de sí. Sin embargo, esta no deja de ser una serie juvenil para un público acostumbrado a los mensajes más sencillos, así que sus moralejas no dejan mucho a la imaginación: la avaricia es mala y puede dejarte vacío por dentro, las adicciones son incontrolables, perdónate para encontrar la mejor versión de ti, aprende a dejar ir. Y, cuando nos tiene acostumbrados a un caminito sencillo y agradable, sin grandes curvas ni sorpresas, nos sacude con un final inesperado.
No es que 'Ironheart' se lo juegue todo a la carta de su episodio final (sobre todo porque después de su terrible piloto, muchos de sus espectadores se bajarán de la serie), pero sí es cierto que es muy consciente de lo que está haciendo y de que ese momento pivotal redefine no solo a Riri, sino también todo lo que sabemos sobre la heroicidad y la magia en Marvel. En las manos de la empresa está ignorarlo por completo, dejando a la serie con un eterno final abierto, o darle el recorrido que merece. Personalmente, no me importaría volver a ver de nuevo otros 6 episodios de 'Ironheart', aunque lo más probable es que la próxima vez que la veamos sea en las filas de 'Los Campeones'. Si seguirá el fantástico tono del final de la serie o volverá a encasquillarse sin saber seguir, está aún por ver. Al fin y al cabo, con Marvel, de un tiempo a esta parte, nunca sabes lo que te vas a encontrar.
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La noticia
'Ironheart' es una tremenda sorpresa de Disney+. La serie va de menos a más hasta un episodio final imprescindible para los más fans de Marvel
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Espinof
por
Randy Meeks
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