por La Tercera
25 de junio de 2025
Afectación a su salud física y sicológica, además de un detrimento económico, es lo que estaría enfrentando desde hace meses el exgerente general de la Asociación de AFP, Alejandro Charme Chávez. Esto, a raíz de hechos que durante la jornada de ayer martes puso en conocimiento de la Corte de Apelaciones de Santiago.
Por medio de un recurso de amparo, el también exasesor del Ministerio del Trabajo y exfiscal de la Superintendencia de Pensiones, advirtió que, al menos desde diciembre pasado, es blanco de seguimientos tanto en su domicilio como en sus traslados. Según describió, día tras día hay sujetos que monitorean sus pasos, por lo que pide se pueda despejar si es blanco de alguna investigación policial o si se podrían disponer medidas de seguridad a su respecto.
Todo comenzó, como indica en el escrito, en diciembre de 2024 cuando se dirigía a la casa de un amigo en calle Portugal. En ese momento, describe, se percató que un vehículo lo perseguía. “Al detenerme para entregar las pertenencias de mi amigo, el vehículo se detuvo a unos 200 mts. con las luces intermitentes hasta proseguir la marcha cuando yo reanudé la mía, lo que hice a una velocidad rápida para que me perdiera el rastro”.
“En principio, pensé que ese hecho podía ser aislado, pero en enero y los meses siguientes los seguimientos continuaron reapareciendo, tomando una mayor frecuencia desde fines de mayo hasta la fecha. Los seguimientos no solo consisten en seguir el movimiento de mi vehículo conmigo al volante, sino que a la hora de almuerzo cuando bajo a pasear a mis perritos. Casi todos los días hay una persona que al verme salir empieza a enviar mensajes en su teléfono celular", relata en medio de la acción.
De acuerdo con los detalles plasmados en el amparo, la persona “que lo sigue” actúa como un peatón, como un trabajador de delivery o lo miras desde el interior de un vehículo. Desde la calle, detalla, hay vista directa a su terraza y según menciona, “todas las mañanas hay un vehículo blanco SUV estacionado, con conductor al volante, luces intermitentes. Al verme salir a la terraza cuando me levanto, constata, al parecer, mi presencia y procede en ese acto a retirarse“.
“He tomado binoculares para poder tratar de ver quien está a su interior, pero inmediatamente acelera y desaparece. Logré percibir que el auto dispone de un logo azul en la puerta del conductor, entendiendo que siempre se usa el mismo vehículo que es una SUV de color blanco que no puedo captar su marca”, relata.
¿Apariencia de policía?
Como indica Charme Chávez, no habría motivo para los seguimientos, aunque menciona que a veces estos tienen una suerte de apariencia policial. Sin embargo, dice sentirse amenazado.
“Me hacen sentir amenazada mi seguridad personal, principalmente por la frecuencia de los seguimientos y el aumento del número de autos que me siguen, incluidas motocicletas. Todos los vehículos son privados o particulares, sin logo institucional de las policías, pero por las descripciones de sus conductores y conductoras podría pensarse que algunos podrían pertenecer a las policías de este país y que otros podrían ser delincuentes que están estudiando todos mis movimientos para actuar en algún momento”, detalla.
Asimismo, afirma que durante la semana pasada un vehículo ingresó tras él al estacionamiento SABA ubicado en José Miguel de la Barra y Merced. Otro día, además, asegura lo siguieron hasta la casa de sus padres.
“Todas estas acciones permanentes, el aumento de su frecuencia y la cercanía de algunos vehículos que se están anteponiendo al mío impidiéndome avanzar a una velocidad mayor me hace temer seriamente sobre mi seguridad personal y, a la vez, me limitan mi libertad de desplazamiento para mis actividades laborales y familiares", cuenta, al tiempo que hace presente que ha debido contratar medidas de seguridad adicionales y cambiar su comportamiento. Además, ha evaluado contratar servicios de seguridad privada.
Por lo anterior es que solicita al tribunal de alzada oficiar a Policía de Investigaciones, Carabineros de Chile y el Ministerio Público para saber si los seguimientos corresponden a una actividad legal de tales autoridades y que, si no corresponde, se le otorgue protección, al menos, en el edificio donde reside, “porque se trataría del actuar de algún grupo organizado”.