por RedGol
3 de agosto de 2025
Pese a la negativa desde Carabineros y Delegación Presidencial, y ante la recomendación desde La Florida, en Quilín hacen oídos sordos a comentarios.
A estas alturas, ya se convirtió en un auténtico “cacho” la realización de la Supercopa 2025, que debe enfrentar a los campeones del año pasado, como Colo Colo y Universidad de Chile. Es que la ANFP recibe portazos desde todos lados.
Primero, la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana puso trabas por la fecha en que desde Quilín pretender realizar el partido. Después, el informe de Carabineros que ve inviable que se haga el cotejo. Y por último, desde el municipio de La Florida, que disponen del Estadio Bicentenario, pero sin público.
Ante todo este panorama, la desesperación dentro de la ANFP es total, tanto es así que de acuerdo a lo que informa Radio ADN, hacen oídos sordos a todo tipo de negativas por parte de las autoridades e insistirán en poder realizar la Supercopa en sus términos.
La insistente decisión de la ANFP con Supercopa
La radioemisora dio a conocer que los regentes del fútbol chileno ingresaron un nuevo requerimiento ante la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana para la realización del encuentro entre Colo Colo y la U. ¿Cambios a la última propuesta? Pocos.
El medio señala que la ANFP solicitó realizar la edición 2025 de la Supercopa el domingo 14 de septiembre, un día después de la fecha original, a la misma hora, es decir, 15:00 horas, en el mismo escenario, el Estadio Bicentenario de La Florida.
¿A puertas cerradas? Para nada, ADN informa que la intención desde Quilín es que se autorice un aforo de ocho mil espectadores, y “con hinchada de Colo Colo y la U de Chile”. Si bien la solicitud será revisada por las autoridades, todo indica que volverán a decirles que no.
¿Cómo terminó la última edición de este trofeo?
No es la primera vez que la Supercopa, organizada por la ANFP, no se puede desarrollar con normalidad. En el 2024, Colo Colo derrotó a Huachipato por 2-0, en un encuentro que comenzó en un Estadio Nacional lleno y que terminó a puertas cerradas en Rancagua, a raíz de los incidentes de la Garra Blanca.
