por 24Horas
22 de junio de 2025
Para Araqchí, el ataque de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares de su país es una "violación imperdonable del derecho internacional y debe condenarse".
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, dijo en Estambul que EE.UU. ha "traicionado la diplomacia" y "cruzado todas las líneas rojas" al atacar tres instalaciones nucleares en su país, lo que supone una "violación imperdonable del derecho internacional".
"Atacar una instalación nuclear es una violación imperdonable de la ley internacional y debe condenarse", dijo Araqchí durante una rueda de prensa en Estambul, donde participa en la 51 cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), antes de viajar esta tarde a Rusia.
"Voy a viajar a Moscú esta tarde y tengo una reunión con (el presidente ruso, Vladímir) Putin mañana por la mañana. Rusia es un amigo de Irán, tenemos una alianza estratégica y siempre nos consultamos mutuamente. También en los últimos tres o cuatro meses, cuando negociábamos con Estados Unidos, siempre hemos informado a nuestros amigos rusos sobre el progreso, o la falta de progreso", dijo Araqchí.
Consideró que "la puerta de la diplomacia siempre debería estar abierta", pero que "esto no es el caso ahora".
Posibles respuestas de Irán tras ataque de EE. UU.
"Mi país ha sido agredido y debemos responder en nuestro legítimo derecho de defensa propia y haremos esto durante el tiempo que haga falta", agregó el ministro, aunque preguntado por cuál podría ser esa respuesta, se limitó a responder: "Tenemos una variedad de opciones; eso es todo".
"No estamos en una situación ahora para decidir cómo retomar la diplomacia y con quién. Esperemos a ver cuál será nuestra reacción, y cuando termine decidiremos cómo retornar a la diplomacia", agregó.
Recordó que Irán "estaba en medio de la diplomacia cuando Israel lo dinamitó" y que también estaba "en medio de negociaciones con los europeos en Ginebra, hace solo dos días, cuando Estados Unidos decidió dinamitarlas".
"Estábamos con la diplomacia cuando Estados Unidos dio luz verde a Israel para atacar nuestras instalaciones nucleares. Mostró así que no son hombres de diplomacia y que solo entienden el lenguaje de la fuerza; esto es desafortunado. Estados Unidos no tiene respeto por la Carta de Naciones Unidas, no tiene respeto por la ley internacional", insistió Araqchí.
"No sé cuánto espacio queda para la diplomacia. Estamos aún evaluando los daños, pero no solo Irán ha sido bombardeada, se ha bombardeado a la Carta de Naciones Unidas y al imperio de la ley", concluyó.
Matizó que Teherán aún mantiene contacto indirecto con Washington a través de intermediarios como Omán y otros países, "recibiendo mensajes a través de diferentes canales" a los que responde mediante intermediarios "si es necesario".
El jefe de la diplomacia iraní no quiso entrar en detalles sobre cuál podría ser la respuesta de Teherán y reconoció que tampoco estaba al tanto de la extensión de los daños causados a las instalaciones nucleares por el ataque de EE.UU.
"La República Islámica de Irán hace un llamamiento al Consejo de Seguridad para que convoque una sesión de emergencia con el fin de condenar inequívocamente el acto criminal de agresión por parte de los Estados Unidos contra Irán", dijo Araqchí.
Recordó que ayer por la tarde se celebró en los márgenes de la cumbre de la OCI una reunión con los ministros presentes y aseguró que "casi todos están muy preocupados y se plantean cómo frenar la agresión israelí".
El ministro iraní aseguró que este ataque supone un duro revés al Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, del que Teherán es parte, ya que ha dejado de garantizar la posibilidad de desarrollar actividades atómicas de forma pacífica.
"Irán está bajo ataque de una superpotencia nuclear y un régimen nuclear, siendo un país sin armas nucleares; esto debe condenarse o todo el sistema de no proliferación deja de tener sentido", opinó.
Un reciente informe del OIEA destacaba que Irán había seguido acumulando uranio enriquecido al 60 %, lejos del nivel de pureza para uso civil (3 %) y cercano al de uso militar (90 %), y seguía sin dar respuestas a numerosas cuestiones abiertas sobre la naturaleza de su programa nuclear.