por RedGol
4 de julio de 2025
A 10 años de la Copa América 2015 que ganó Chile, Gonzalo Jara compartió emotivas declaraciones en recuerdo de los detenidos desaparecidos de la dictadura, justo cuando un desvergonzado candidato presidencial amenaza con el asqueroso fantasma del golpe de Estado.
Este viernes se cumplió el décimo aniversario de la selección chilena campeona de Copa América 2015. Hace diez años La Roja se coronó como monarca continental en el Estadio Nacional, tras superar a Argentina por penales.
Este aniversario encuentra a Chile en las vísperas de una nueva elección presidencial, a 25 años de haber recuperado la democracia, con todo el esfuerzo que ha costado a cada uno de los compatriotas, con aciertos y errores para cuidarla y mantenerla.
Tras el fin de la dictadura, Chile se ha consolidado como un país republicano y democrático, estable a nivel político con elecciones limpias y prolijas. Lamentablemente algunos desvergonzados, que califican de antidemocráticos a otros, tienen el descaro de reflotar el fantasma del golpe de Estado.
Lo más peligroso y grave es que fue precisamente un candidato a Presidente quien aseguró que apoyaría un nuevo golpe de Estado en caso que la elección sea favorable a una candidata opositora. Incluso manifestó que lo apoyaría “con todas las consecuencias”, considerando que el país sufrió un período oscuro con torturas, muertes, desapariciones y violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos.
La emotivas palabras de Jarita: patriota (de verdad)
Justo hoy, Gonzalo Jara hizo eco a unas declaraciones de Jean Beasuejour, quien recién coronado como campeón de Copa América 2015, recordó y homanejeó a las víctimas de la dictadura militar. Cabe recordar que el mismo Estadio Nacional fue centro de detención y tortura tras el golpe. Donde Chile celebraba el título, décadas antes miles de chilenos vieron la peor cara de la muerte.
“Lo que dijo Jean lo cuento desde mi lugar, porque yo como estaba suspendido no pude estar en el vestuario. Seguramente es algo que se conversó en el vestuario. Yo recuerdo lo que se habló después de sus declaraciones”, dijo Jara en Radio ADN.
El ex defensa de La Roja recordó que “fue un tipo de arenga y tuvo mucho sentido para lo que vivimos como sociedad, algo que ha traspasado años y seguramente se seguirá recordando, en un lugar tan icónico para nosotros desde lo deportivo, no sólo lo futbolístico, sino que de otros deportes también”.
“En lo que representa el Estadio Nacional no sólo para el deporte, sino que para todo Chile por lo que pasamos como sociedad. Pega muchísimo y que en este tipo de ocasiones, con tan pocos logros deportivos, con pocos triunfos, recordar ese tipo de cosas nos acerca más a lo que somos como personas y país, a quién representamos finalmente“, complementó.
Ahí Jarita le dio una clase de patriotismo a muchos que se dicen ser patriotas: “la gente nos mira como futbolistas, pero somos personas que tenemos familia, hijos, padres, primos, hermanos, tíos y abuelos. Representar al país desde ese lugar… por eso nosotros trascendimos tanto, desde cantar el Himno. Lo cantábamos con tanta pasión y amor. Incluso la gente no sabe, pero a la Federación por mucho tiempo le costó multas económicas, porque cantar el Himno completo no estaba permitido, hay un tiempo determinado. Pero era impresionante, hasta afuera logramos cantar el Himno completo”, sentenció.
Las recordadas declaraciones de Beausejour campeón
Jarita se refería a unas declaraciones de Bose, quien entre los festejos de La Roja recién conseguida la primera Copa América, manifestó que “quiero contar algo… hace unos días me llamó un profe de cadetes y me dijo: ojalá que en un estadio donde en el pasado hubo chilenos que sufrieron mucho, donde gente desapareció, tengamos la oportunidad de darle al país una alegría tan grande”.
“Se lo comenté a un par de compañeros y nos hizo eco eso. Si bien no somos mucho de encomendarnos, algunos de nosotros hoy le rezamos a esas personas que acá sufrieron mucho. Por fin este estadio pudo tener una alegría a nivel de selección, en un lugar donde alguna vez hubo tanta tristeza y tortura“, concluyó entonces Beausejour.
