Las autoridades chinas emitieron un nuevo reglamento que ordena reducir el número de reuniones, acortar discursos, simplificar documentos y limitar inspecciones, con el objetivo declarado de aliviar la carga burocrática sobre los funcionarios de base.
El conjunto de 21 disposiciones fue publicado por las oficinas generales del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh, gobernante) y del Consejo de Estado (Ejecutivo), y busca combatir el "formalismo" y la "burocracia" en la administración, informó la agencia estatal Xinhua.
Entre otras medidas, el texto impone límites a la extensión de los documentos oficiales -5.000 caracteres para los generales y 4.000 para los especializados- y establece que el número de documentos emitidos por cada departamento solo podrá disminuir respecto al año anterior, salvo justificación por escrito.
También prohíbe a los organismos del PCCh o del Gobierno hacer obligatoria la instalación o uso de aplicaciones móviles oficiales, o vincular la evaluación de los funcionarios a su uso.
Cada entidad podrá mantener solo una aplicación activa para servicios de base, y su lanzamiento requerirá aprobación previa.
Las nuevas reglas contemplan asimismo restricciones al número y duración de las reuniones: los discursos de los principales responsables no deberán superar una hora, y se priorizarán los encuentros virtuales frente a los presenciales.
En cuanto a la gestión de quejas públicas, las autoridades indican que el volumen de peticiones no será el único criterio de evaluación de los funcionarios locales, con el fin de reducir presiones administrativas y permitir mayor enfoque en tareas prácticas.
El reglamento se enmarca en la campaña lanzada por el presidente Xi Jinping en los últimos años contra los excesos burocráticos, en un momento en que la desaceleración económica y la complejidad de las reformas aumentan la presión sobre la gestión local.