por BioBioChile
8 de septiembre de 2025

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Cada 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Periodista en honor a Julius Fucik, ejecutado por los nazis en 1943. La fecha recuerda a miles de reporteros que han perdido la vida en conflictos alrededor del mundo. En la última década, más del 60% de los periodistas asesinados murieron en zonas de conflicto, según la ONU. Desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad, se registran cifras de periodistas asesinados en guerras como la de Corea, Vietnam, y conflictos recientes en Afganistán, Irak y Ucrania.
En 1943, el periodista y escritor checoslovaco, Julius Fucik, fue ejecutado por los nazis tras años de resistencia contra la ocupación alemana en su país. En su honor, cada 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Periodista, como una forma de recordar su lucha por la libertad de expresión y el costo que muchas veces implica ejercer el periodismo en contextos de represión y violencia.
Desde entonces, la fecha no solo recuerda a Fucik, sino también a miles de reporteros que, a lo largo de las décadas, han perdido la vida en el ejercicio de su labor. En efecto, aunque la profesión periodística se ha transformado mucho durante el último siglo, los que deciden arriesgarse para dar cobertura a los peores desastres humanitarios alrededor del mundo son una constante que permanece.
Aunque algunos de ellos mueren, por ejemplo, tras quedar atrapados en fuego cruzado, también los hay quienes son atacados intencionalmente. Desafortunadamente, el casco y el chaleco azul con la palabra «PRESS» —que deberían ofrecer algún grado de protección en el conflicto— a veces se transforman en un blanco deliberado para silenciar lo que ocurre en el terreno.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el año pasado, más del 60 por ciento de todos los periodistas asesinados alrededor del mundo murieron en zonas de conflicto —en comparación con los que murieron fuera de zonas de guerra—, el porcentaje más alto en más de una década.
En este contexto, a continuación se indican las cifras estimadas de periodistas asesinados, varios de ellos en el ejercicio de su profesión, durante algunas de las guerras y conflictos más sangrientos de los últimos 100 años.
Periodismo en tiempos de guerra: siglo XX
Determinar con precisión cuántos periodistas han muerto en conflictos armados no es una tarea sencilla, y la verificación se vuelve aún más compleja en aquellos ocurridos antes de la década de 1990. De hecho, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) solo dispone de datos públicos desde 1992, mientras que la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) afirma haber logrado recopilar listados fiables solo a partir de unos años antes de esa fecha.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Instituto Watson de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Brown hizo una recopilación de las cifras disponibles respecto a los conflictos bélicos más grandes del último siglo. “Nadie sabe cuántos reporteros han muerto en el ejercicio de su profesión. Este informe recopila información de organizaciones sin fines de lucro y periodistas de investigación para ofrecer un panorama general de los costos de la guerra para los periodistas y el periodismo”, aclaran desde el Instituto.
De acuerdo con el citado informe, llamado Costs of War, durante la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, se registraron dos reporteros asesinados. Recordar que, en ese entonces, la noción del corresponsal de guerra continuaba siendo una práctica emergente y poco común en comparación con los años siguientes.
En contraste, durante la Segunda Guerra Mundial la cifra de reporteros que perdieron la vida estaría en torno a los 67. Por su puesto, dichas cifras no consideran a quienes, siendo periodistas de profesión, pudieron haber sido víctimas del Holocausto debido a su etnia, religión, discapacidad, raza u orientación sexual.

“No menos de 17 periodistas fueron asesinados mientras informaban sobre la guerra de Corea en la década de 1950. Y al menos 71 reporteros fueron asesinados mientras cubrían las guerras en Camboya, Laos y Vietnam desde la década de 1960 hasta la de 1970”, sostiene la investigación de la Universidad de Brown. Como dato adicional, Nixon y el Pentágono culparon a la prensa por la creciente desaprobación del público hacia el conflicto. En los años siguientes, el Pentágono restringió fuertemente la labor de la prensa en sus intervenciones, desde Granada y Panamá hasta la guerra del Golfo, donde el acceso a los frentes se limitó a grupos escoltados.
Según recuerda el informe, hasta entonces, incluso gobiernos autoritarios* y guerrillas toleraban a los periodistas. Pero algo cambió en la década de los 90. “Fue durante estos conflictos (refiriéndose a las guerras en los Balcanes) que la inmunidad de nuestros reporteros terminó; ya no éramos considerados testigos objetivos neutrales”, observó la periodista de CNN, Christiane Amanpour. La cifra de periodistas asesinados durante las guerras yugoslavas está en el orden de los 40 reporteros: 19 de ellos fueron asesinados solo en Sarajevo entre 1991 y 1995.
*Señalar que, durante la dictadura en Chile, 37 periodistas fueron detenidos y ejecutados.

Periodistas asesinados en las últimas tres décadas
Las guerras en el siglo XXI se diferencian de los conflictos del siglo XX, en parte, por la presencia de nuevas tecnologías, la inmediatez de la información y el rol de las redes sociales. Todo esto convierte a los periodistas en actores más visibles y, muchas veces, más vulnerables.
En el caso de la guerra de Afganistán, desde 2001, 65 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación murieron en ese país en asesinatos relacionados con su trabajo, sostiene el CPJ. En tanto, desde la invasión estadounidense del 19 de marzo de 2003 hasta el 26 de marzo de 2025, 285 fueron asesinados en Irak. Es decir, aproximadamente 13 al año.
De vuelta en Europa, el CPJ contabiliza 29 muertes de periodistas desde que comenzó oficialmente la guerra en Ucrania en 2014. En tanto, el número total de periodistas asesinados desde la invasión en 2022 es de 19. En el caso de Rusia, la cifra podría estar en torno a los 15, aunque no es oficial. Cabe mencionar además que, según indican desde el CPJ, desde la invasión de 2022, la prensa en el país ruso enfrenta una represión inédita: periodistas exiliados perseguidos, sus familias hostigadas y, quienes permanecen en el país, silenciados por leyes que castigan la cobertura independiente.
A comienzos de agosto, se supo que el conocido periodista de Al Jazeera, Anas al Sharif, fue asesinado producto de un ataque israelí en Gaza, lo que volvió a poner el foco en la elevada cifra de periodistas que han perdido la vida en el enclave solo en el último par de años, especialmente cuando se compara con las demás guerras y conflictos.
A la fecha de publicación de esta nota, la cifra de periodistas y comunicadores asesinados en la Franja de Gaza estaría sobre los 250, aunque algunas fuentes estiman que ya superó los 270. Por el lado de Israel, se contabilizan dos muertes de periodistas, atribuidas a Hamás, durante los eventos del 7 de octubre de 2023. Lo anterior no incluye a quienes han perdido la vida en las décadas previas, durante el prolongado conflicto palestino-israelí.

“No está claro cuántos reporteros palestinos en Gaza fueron asesinados intencionalmente debido a su trabajo y cuántos fueron simplemente víctimas, como decenas de miles de civiles, del bombardeo israelí de una franja de tierra densamente poblada de 140 millas cuadradas”, precisa el reporte.
Cabe señalar que las cifras presentadas en esta nota muestran solo una parte de la magnitud de esta realidad, ya que lamentablemente existen muchas otras guerras y lugares donde periodistas han perdido la vida. Por dar solo un ejemplo: actualmente países como Sudán y la República Democrática del Congo atraviesan una de las crisis humanitarias más grandes de los últimos tiempos, no obstante, las cifras y datos al respecto son extremadamente limitados, lo que incluye a la cantidad de periodistas asesinados.
Por último, conviene recordar que ejercer como periodista no es riesgoso únicamente en escenarios de guerra. En países de Latinoamérica como México, Venezuela o Perú, por nombrar algunos, quienes se dedican al periodismo de investigación enfrentan frecuentemente amenazas y hostigamiento vinculados al crimen organizado, la corrupción y la represión estatal. En última instancia, muchos también son asesinados por su trabajo.