por La Tercera
26 de mayo de 2025
Ya han pasado los 90 días que Nicolás Maduro le dio a la “comisión especial”, que este 15 de mayo debía presentar el proyecto de reforma constitucional, y aún no se sabe en detalle en qué consistirá. De todos modos, medios venezolanos planean que afectará a 80 artículos de la Carta Magna, y que será aprobada por una Asamblea Nacional que, después de las elecciones legislativas desarrolladas este domingo -donde la oposición se presentó dividida-, seguirá dominada por el chavismo.
Presidida por el fiscal general Tarek William Saab, y llena de aliados cercanos a Maduro, la comisión especial debería haber estado haciendo “consultas”, y se espera que poco después de los comicios entregue el resultado de su trabajo: una reforma a la Constitución que buscaría “pasar de una democracia representativa a una democracia participativa”, y que expertos acusan, sería pasar a un modelo más cercano al cubano, en el que no se elige directamente al presidente.

En una declaración a la prensa tras votar en las elecciones legislativas y regionales de este domingo, Maduro anunció que postergará hasta enero próximo su propuesta de reformar la Constitución y adelantó que introducirá un proyecto para un sistema de votación de “circuitos comunales”.
“He hablado por la Comisión de Reforma de la Constitución (...) y hemos acordado preparar un proceso de consulta y debate más incluyente, más abierto, más dialogante, de mayor tiempo, para entregarle en enero a la nueva Asamblea Nacional el proyecto de reforma constitucional”, dijo Maduro.
“Y también tengo una idea que le estoy dando vuelta la cabeza, que es perfeccionar el sistema electoral general (...) que se cree el sistema electoral de los circuitos comunales”, continuó. “Que se haga una reingeniería de todo, dónde la gente vota, cómo vota la gente, para actualizar”.
Maduro aprobó desde el año pasado recursos directos para la ejecución de proyectos de las comunas, organizaciones civiles creadas por el chavismo encargadas de tareas como la distribución de alimentos subsidiados y la captación de votantes.
De todos modos, hay mucho misterio respecto al contenido de la reforma. En entrevista con el portal Efecto Cocuyo, el diputado opositor Bruno Gallo asegura que al final el proyecto se revelará “poselecciones”. A su juicio, no se presentó antes de este domingo por el miedo de parte del chavismo a que una reacción opositora hubiera impulsado la “participación electoral”. “Es un secreto bien guardado (el proyecto de reforma). Los cambios se intuyen, pero nadie los ha presentado clara y explícitamente”, agregó.
Lo que Nicolás Maduro ha dicho al respecto, entre otras cosas, inquieta a los opositores: “En la Constitución debe quedar explícito y claro que Venezuela no tolerará ninguna amenaza fascista, sionista, neofascista o de cualquier característica y debe ser penada de la manera más draconiana posible”, dijo en febrero pasado, usando así términos que habitualmente usa para referirse a la oposición.
Así, el líder venezolano, que ha enfrentado fuertes cuestionamientos tras las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales de julio pasado, buscaría una “ampliación y perfeccionamiento de la democracia participativa” con su reforma. Para Maduro, este concepto sería superior al de la simple “democracia representativa”, y así, también se refiere a un “Poder Comunal, Social y Popular”.
Considerando los integrantes de la comisión especial por la reforma constitucional, es difícil que se escape mucho de los ideales del presidente, ya que será redactada por personas de su círculo más estrecho: el fiscal general Tarek William Saab, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y su esposa y primera dama, Cilia Flores.

El “perfeccionamiento” de la democracia, la lucha contra el fascismo y el diseño de un nuevo modelo económico serían los tres ejes de la reforma. El 25 de febrero, en su programa “Con Maduro+”, el mandatario también dio cuenta de como se haría la comisión especial, dividida en cuatro comisiones: una de Transformación, Modernización y Ampliación Democrática, la segunda de Principios y Valores de la Nueva Sociedad, otra para la Actualización de la Constitución y una última para el Nuevo Modelo Económico Diversificado.
Según apunta el medio colombiano Cambio, la idea sería crear también un poder comunal, “que tendría entre sus funciones elegir al presidente de Venezuela mediante el voto de sus delegados, los cuales serían militantes o simpatizantes del chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”.
Así, Venezuela tendría un sistema de voto indirecto similar al de Cuba, donde el presidente es elegido por una Asamblea Nacional del Poder Popular, y solo se pueden postular candidatos designados por Asambleas Municipales. Para ello, la reforma se plantearía introducir, en la Constitución de 1999, las figuras de Estado comunal y poder comunal.

“Lo que viene para los venezolanos es una dictadura constitucional”, dijo a Cambio el doctor en derecho de la Universidad Central de Venezuela, Allan Brewer Carías.
Según indica Efecto Cocuyo, la propuesta debía llegar a la Asamblea Nacional en principio en junio, pero habrían cambios que deberían ser discutidos por el nuevo Parlamento, aquel que se instalará el 5 de enero de 2026. Hay quienes esperan que su composición sea más plural que la legislatura anterior, ya que de los 277 legisladores de esa Asamblea, 256 son del chavismo, pero considerando el boicot que ha hecho el sector de la oposición liderada por María Corina Machado y la alta abstención del proceso que se esperaba para los comicios de este domingo, eso se ve difícil.
Ahora bien, para que la reforma de Maduro termine aprobándose, hay un último obstáculo que el chavismo no da por sentado: después de que se apruebe por un Parlamento probablemente afín al presidente, el texto tendrá que ser sometido a referendo, que se llevaría a cabo en el 2026. Y ahí, los expertos dudan, ya que los votantes ya le habrían dado la espalda al chavismo en las presidenciales de julio de 2024.
“Según actas electorales recopiladas por la oposición en los comicios presidenciales de julio pasado, y las cuales fueron avaladas por el Centro Carter, Maduro apenas obtuvo el 30,4% de los votos, mientras que el candidato opositor Edmundo González Urrutia ganó esa contienda con el 67% de los sufragios”, apunta Cambio.

El director del Laboratorio de Paz de Venezuela, Rafael Uzcátegui, afirma que “el gobierno no va a volver a hacer elecciones como las del 28 de julio, porque las perdió por un amplio margen, a pesar de que las condiciones para la oposición fueron muy desventajosas”.
Al respecto, Cambio especula alrededor del rol que la abstención jugaría en las elecciones de este domingo, ya que Maduro tendría más éxito con baja participación. “La oposición le está facilitando esa tarea, pues hay un sector liderado por la emblemática dirigente María Corina Machado que pugna por no participar en esos comicios hasta que Maduro reconozca a González Urrutia como presidente electo, lo que nunca va a pasar”, señala.
Hoy fuimos testigos de un evento que intentó disfrazarse de elección, pero que no logró engañar ni al país ni al mundo. El pueblo no convalidó un simulacro que pretendía legitimar lo que por naturaleza es ilegítimo.
— Edmundo González (@EdmundoGU) May 25, 2025
Lo que el mundo vio hoy fue un acto de coraje cívico. Una…
Al respecto, el exasambleista constituyente y exdiputado Vladimir Villegas declaró, previo a la cita electoral de este domingo, que el peor error que puede cometer la oposición en estos momentos es dividirse, porque le dejaría el camino libre a Maduro para el referendo para la reforma constitucional de 2026. “La división de la oposición y los llamados de María Corina Machado a no participar en las elecciones legislativas y de gobernadores son música muy dulce para los oídos de Maduro”, apuntó el político izquierdista, periodista y crítico del chavismo, del que se separó hace más de una década.
La agencia AFP recordó que el presidente venezolano convocó en 2017 a una Asamblea Constituyente para “pacificar” el país en medio de una ola de protestas que exigían su salida. La institución, que se declaró como plenipotenciaria, cesó en 2020 sin haber cambiado la Constitución, que data de 1999 y fue impulsada por Chávez.
Chávez intentó reformarla sin éxito en 2007, aunque en 2009 consiguió enmendar uno de los artículos para poder reelegirse indefinidamente.