por RedGol
25 de junio de 2025
Mientras los cracks del circuito pelean por millones, Adam Jones cumple un papel clave fuera del foco.
En medio de las luces, los millones y los reflectores de Wimbledon, hay una historia distinta. Lejos del glamour del Court Central, un británico de 27 años vive su propio cuento tenístico.
No compite, no aparece en los rankings, pero su nombre ya es conocido por las grandes figuras del circuito: Adam Jones, el sparring oficial del torneo, es decir un jugador que entrena con un profesional para ayudarlo a prepararse antes de un partido o torneo
Desde 2022, este fanático del tenis ha sido parte esencial de la preparación de leyendas como Novak Djokovic, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. Pero a diferencia de ellos, Jones no busca trofeos ni titulares. Su trabajo es hacerles sombra en los entrenamientos y llevarse un modesto pago por ello.

Entrena con cracks, cobra como amateur
Por cada día de trabajo en Wimbledon, Jones recibe solo 125 euros (alrededor de $135 mil pesos chilenos) También le cubren algunas comidas y el encordado de las raquetas. ¿Hotel? ¿Viáticos? Eso corre por su cuenta.
Y si eso suena poco, es porque lo es. En un torneo como Wimbledon, donde el campeón se lleva 3 millones de libras ($3,8 mil millones de pesos chilenos) su labor suena casi simbólica.
“Estoy viviendo el sueño, pero de otra forma”, dijo a The Times. Incluso su mamá lo vio pelotear con Djokovic en una de las canchas auxiliares y para él eso vale más que cualquier cheque.
Su currículum: Djokovic, Medvedev, Ruud, Sinner…
Jones debutó como sparring en 2022 y no tuvo una bienvenida suave. Ese primer año peloteó con Djokovic, Daniil Medvedev, Casper Ruud y cerró su jornada jugando un set con Jannik Sinner, que lo pasó por encima 6-1.
“La velocidad, la precisión… juegan otro deporte”, reconoció. Pero lo siguen llamando, porque cumple.