26 de mayo de 2025
El MacBook Pro es, sin duda, el portátil más potente de Apple. Esto se debe a su sofisticado diseño y, sobre todo, a los chips desarrollados por la propia compañía, que ofrecen un rendimiento espectacular y redefinen los límites de lo que esperamos de un ordenador portátil. En esta línea, nos llega una reciente filtración que revela una de las decisiones más sorprendes que los de Cupertino han tomado en los últimos tiempos.
Según información aparecida en BiliBili, la red social china, y compartida por un usuario que asegura haber accedido a una versión interna de iOS 18 en un prototipo de iPhone 16, Apple estuvo probando MacBook Pro con el todopoderoso chip M3 Ultra. Sí, el mismo que actualmente solo se encuentra en el Mac Studio y que representa lo más alto en potencia bruta dentro de la gama de chips Apple Silicon.
MacBook Pro con chip Ultra, ¿es una realidad?
Esta información se basa en la aparición de dos nombres en clave desconocidos hasta ahora: J514d y J516d. Estos códigos aparecían dentro del directorio interno del sistema, en la ruta /AppleInternal/Diags/Tests/, lo que podría indicar que Apple estuvo realizando pruebas internas reales. Estos códigos serían variantes de los ya conocidos J514 y J516, que corresponden a los MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas con chips M3 Pro y M3 Max, lanzados en octubre de 2023. La diferencia es el sufijo “d”, que en otros productos como el Mac Studio con chip M3 Ultra (J575d) ha sido utilizado precisamente para distinguir las configuraciones con el chip más avanzado.
De haberse lanzado, estaríamos hablando del portátil más potente jamás creado por Apple. El M3 Ultra cuenta con hasta 32 núcleos de CPU, una GPU de hasta 80 núcleos y soporte para hasta 512 GB de memoria RAM. Es un chip de escritorio diseñado para cargas de trabajo extremas, como edición de vídeo 8K en tiempo real, simulaciones 3D complejas o funciones de inteligencia artificial. Verlo en un MacBook Pro habría marcado un antes y un después en lo que a portátiles profesionales se refiere.
Pero no llegó a materializarse. Apple decidió dar un paso atrás y, en su lugar, optó por actualizar los MacBook Pro con los nuevos chips M4, M4 Pro y M4 Max en octubre del año pasado. Aunque el M4 Max ya ofrece un rendimiento impresionante, con hasta 16 núcleos de CPU, 40 de GPU y 128 GB de memoria RAM, la diferencia con el M3 Ultra sigue siendo notable, sobre todo para los usuarios más exigentes del sector profesional.
La razón detrás de esta decisión podría estar relacionada con las limitaciones físicas propias de un portátil. Integrar el M3 Ultra en un MacBook Pro habría resultado en problemas de temperatura y en un consumo demasiado importante de la batería. El consumo energético y la generación de calor de este chip son mucho mayores que los del M3 Max o M4 Max, algo difícil de manejar en un chasis tan delgado como el del MacBook Pro.
En cualquier caso, la filtración nos invita a soñar con un futuro donde esa línea que separa los ordenadores de sobremesa y los portátiles profesionales se vuelva cada vez más difusa. Si las futuras generaciones de Apple Silicon logran mantener o aumentar el rendimiento sin comprometer eficiencia energética, no sería descabellado imaginar un MacBook Pro con chip Ultra como opción real en uno o dos años.