por ComputerHoy
25 de junio de 2025
Cualquier sitio parece bueno para que los ciberdelincuentes consigan los datos de sus víctimas y lleven a cabo todo tipo de estafas. Hoy en día, muchos de ellos los encuentras en redes sociales y demás lugares de la red, donde la gente comparte información que debería no compartir. Pero también hay un sitio igual o más peligroso si cabe: la basura.
Y no nos referimos a la papelera de reciclaje ni nada por el estilo, sino a la basura de toda la vida, la que va al contenedor. ¿Parece imposible imaginarse a un estafador rebuscando entre los desperdicios de la gente? Pues sucede de verdad, como ha puesto de manifiesto una experta en ciberseguridad. Y si lo hacen, es por una razón muy sencilla: puede ser una mina para ellos.
Los ciberdelincuentes también rastrean tu basura
Ha sido la criminóloga María Aperador la que, mediante un video en sus redes sociales, ha explicado algo sobre lo que ya han dado la voz de alarma muchos expertos. La técnica en cuestión se llama "dumpster diving", y traduciéndola al castellano querría decir algo parecido a bucear en la basura. Principalmente, la usan para buscar documentos con los que suplantar identidades.
Aunque hoy en día todo se ha digitalizado mucho, todavía hay gente que tira descuidadamente facturas con sus datos personales, extractos bancarios, copias de contractos, recetas médicas o hasta copias del DNI. En realidad, cualquier cosa es buena para los ciberdelincuentes. Incluso un paquete, de los que se reciben habitualmente de Amazon, es válido para ellos.
La propia experta habla de un caso de una chica que sufrió un caso relacionado. Al parecer alguien recogió un paquete de su basura y después aprovechó la información que en él había sobre ella para acosarla. Por eso es tan importante triturar bien cualquier papel o, al menos, tachar con un rotulador oscuro todas las etiquetas con nombres, direcciones y ese tipo de cosas.
Quizá resulta un incidente común, pero no es el único. Dependiendo de lo que consigan rapiñar en los restos de alguien, los estafadores son igualmente capaces de solicitar préstamos en nombre de su víctima, realizar compras en línea, abrir cuentas bancarias fraudulentas o suplantar su identidad en redes sociales. El peligro es tal que hasta puede repercutir en jaleos legales si no se tiene cuidado.
En verano el riesgo es aún mayor
Al igual que sucede con otras estafas, el verano es un mal momento para volverse despreocupado. En vacaciones, muchas personas abandonan su rutina, hacen limpieza general, tiran más documentos acumulados, preparan viajes o también reciben más paquetes cuando no están en el domicilio. Si se está fuera de casa, hay que ser igualmente cuidadoso con lo que se tira.
Además, los ladrones saben que es más fácil cometer delitos cuando los propietarios están fuera de casa. Si consiguen acceso a un buzón sin vaciar, por ejemplo, o a una bolsa de basura mal cerrada con información sensible, pueden actuar sin levantar sospechas. Así que no conviene bajar la guardia. Por un desliz cualquiera puede terminar metido en un lío.
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Etiquetas: Estafa, Ciberseguridad