por ComputerHoy
22 de junio de 2025
Pese a los avances de marcas como Tesla y BYD en los últimos años y la conciencia general de que son el futuro de la movilidad, la realidad es que los coches eléctricos llevan un siglo entre nosotros. Y su historia no invita a ser optimista, según los expertos.
El coche eléctrico no es una cosa del futuro, los primeros modelos empezaron a circular a principios del siglo XX. Un tercio de los taxis de Nueva York circulaban sin una gota de gasolina antes de 1930, pero todo eso ha cambiado.
Los coches eléctricos duraron poco en las calles neoyorkinas con la llegada del Ford T, un modelo más asequible y propulsado por un combustible que estaba disponible en todas las partes del mundo gracias al auge de la industria petrolera unas décadas antes.
Estados Unidos ofreció a las compañías petroleras una exención fiscal del 27,5% de sus ingresos en el año 1926. ¿El resultado? Los coches eléctricos desaparecieron poco a poco de las calles, no eran prácticos para recargar en el siglo XX, mucho menos fuera de las ciudades. El Departamento de Energía aseguró que prácticamente habían desaparecido en 1935.
El problema se repite un siglo después
La situación no es la misma para los coches eléctricos casi un siglo después con una infraestructura de carga que llega a cada vez más rincones, aunque el problema se repite. Estados Unidos mantiene los mismos obstáculos políticos que en 1927.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca solo ha empeorado la situación, no solo con los famosos aranceles a las importaciones. El presidente de Estados Unidos pretende acabar con las ayudas a la compra de coches eléctricos.
Donald Trump ha ido más allá y planea aprobar un impuesto anual de 250 dólares a sus propietarios. Además, ha suspendido un programa de ayudas federales por valor de 7.500 millones de dólares para instalar estaciones de carga.
Los problemas vuelven a ser los mismos que a inicios del siglo XX. Los coches eléctricos tienen un problema de autonomía, pero las administraciones de países como Estados Unidos no invierten en construir estaciones de carga.
Donald Trump bromea con la situación del coche eléctrico
El propio Donald Trump, antes uno de los mejores amigos de Elon Musk al frente de Tesla, ha bromeado con los problemas de los eléctricos. "No se puede conducir un coche eléctrico fuera de New Hampshire. Ya en la década de 1920, la falta de electricidad en las zonas rurales dificultaba el uso de los vehículos eléctricos" opina.
Los expertos van más allá. Los vehículos electrificados no son solo tienen problemas técnicos y políticos, también culturales. Estos coches se percibían como femeninos a principios del siglo XX con una conducción más suave y silenciosa, eran menos atractivos entre los hombres.
Marjorie Taylor Greene, diputada republicana, ha asegurado ante el Congreso de los Estados Unidos que "no hay nada más americano que el rugido de un V8 bajo el capó". Los motores de gasolina siguen muy vivos.
Elon Musk ha intentado cambiar esta idea con diseños algo más agresivos como el Tesla Cybertruck, una pick-up eléctrica enorme con líneas más marcadas. La conexión con Donald Trump en el segundo mandato del presidente ha terminado perjudicando a la marca con una caída histórica en las ventas en todo el mundo.
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Etiquetas: Coche eléctrico, Estados Unidos