por 24Horas
17 de julio de 2025
De acuerdo con antecedentes obtenidos por Informe Especial, Gendarmería habría cometido un error clave en la trama que terminó con el sicario venezolano Osman Ferrer en libertad.
En rigor, todo apunta que confundieron los números de documento e interpretaron equivocadamente la supuesta orden de libertad firmada por la jueza Irene Rodríguez. Un asunto que hasta ahora el director de la institución no ha explicado públicamente.
Eso sí, pareciera ser que el error pudo haber estado inducido por las notificaciones que el tribunal les hizo llegar con posterioridad.
Asimismo, este jueves IE supo de otro antecedente hasta ahora desconocido: una vez desatada la polémica, Gendarmería allanó el martes pasado la celda donde estaban los demás imputados de la causa, en cuya diligencia encontraron un teléfono celular.
El error paso a paso
Según documentos recopilados por Gendarmería, el asunto fue así. La noche miércoles del 9 de julio, cuando se determinó la prisión preventiva de los imputados por el asesinato de José Reyes, el autodenominado "Rey de Meiggs", se generaron tres documentos. Uno fallido, la anulación y el definitivo. En ese orden.
De acuerdo con la información tenida a la vista por este medio, en el penal Santiago I, a las 22:28 horas, los responsables de custodiar a los criminales recibieron por mano solamente la orden final de prisión preventiva. Nunca tuvieron a la vista las dos primeras versiones erradas.
El que recibieron fue el oficio de “Medidas Cautelares 1227-1779-2025”, que la jueza firmó a las 20:28 horas. El definitivo.
Sin embargo, la confusión se inicó el jueves 10 de julio pasado al mediodía -osea, al día siguiente de la orden de prisión preventiva-, con un correo enviado por el Poder Judicial.
Según la información recibida por Informe Especial, mediante ese mail fueron notificados de la supuesta orden de libertad, que aludía al oficio de "Medidas Cautelares 1227-1776-2025", firmado por la misma magistrado a las 20:25 horas. Es decir, les reportaron la anulación del documento previo, que ellos nunca tuvieron a la vista. Por eso es que tiene un horario anterior y un número levemente distinto, tal como se aprecia en los detalles marcados en amarillo.
Sin embargo, aquello no fue advertido por Gendarmería e interpretaron equivocadamente que correspondía a la orden que habían recibido en primer lugar.
Para sumar a la confusión, el tribunal les mandó un segundo correo dos horas más tarde, el jueves 10 de julio a las 14:13 horas. Ahí enviaron el oficio “Medidas Cautelares 1227-1779-2025”; es decir, nuevamente el definitivo.
Hasta ahora, el Poder Judicial ni el tribunal ha explicado por qué remitió todos esos documentos, sobre todo considerando que el único que los gendarmes habían tenido a la vista antes era el definitivo.
Libertad inesperada
Con todas las confusiones previas, a las 20:40 horas del 10 de julio, el personal de Gendarmería del CDP Santiago 1 materializó la libertad del imputado.
En ese marco, posteriormente se conocieron los registros de sus primeros minutos fuera de la cárcel. En las grabaciones de cámaras de seguridad contiguas al recinto penintenciario, a las que accedió 24 Horas, se vio al ciudadano venezolano caminando junto a otros dos sujetos por calle Placer.
A ello se sumó otro antecedente hasta hoy desconocido: el pasado martes 15 de julio, una vez desatada la polémica, Gendarmería allanó algunas de las celdas donde se encontraban otros de los imputados en la misma causa, tal como Yonder Blanco.
En dicha diligencia, los funcionarios encontraron un teléfono celular, que fue entregado mediante cadena de custodia a personal del Departamento de Investigación Criminal de Gendarmería (Dicrim).
En su momento se dijo que esas otras dos personas que aparecen en las imágenes también fueron liberadas esa jornada junto con Ferrer.
Sin embargo, este último suceso pone la sobre la mesa la posibilidad, por ejemplo, de que estos dos sujetos estuvieran esperando al sicario afuera de la cárcel al momento de su inesperada liberación. En efecto, todo haría presumir que pudo haberse comunicado con el exterior antes de regresar a las calles.
Como sea, hasta ahora Osman Ferrer permanece prófugo de la justicia y sigue siendo intensamente buscado por las policías. La PDI, a través de Interpol, emitió la alerta roja para lograr su captura, sobre todo ante la posibilidad que haya salido del país mediante algún paso irregular.
Gendarmería, en tanto, hasta el cierre de esta publicación no entregó un versión al respecto. Lo anterior, pese a las consultas de Informe Especial sobre la confusión que revelan los documentos mencionados.