por elmostrador
24 de junio de 2025
Los miembros se reúnen en La Haya, Países Bajos, el martes 24 y el miércoles 25 de junio para una cumbre crucial de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El principal tema de esta reunión es el aumento del presupuesto dedicado a la defensa, hasta alcanzar el 5 % del PIB.
El clima en la OTAN promete ser tenso durante la cumbre de La Haya. Donald Trump exige a los países europeos miembros de la Alianza que financien ahora su seguridad. El camino a recorrer se asemeja a un muro presupuestario: el 5 % del producto interior bruto (PIB), es decir, cantidades similares a las de la Guerra Fría. Para Europa, cuyos gastos durante los últimos 30 años no han superado el 2 % del PIB, esto supone un shock.
“Se trata de un cambio de rumbo fundamental con respecto a los 30 años en los que creíamos que vivíamos en un mundo que se podía regular mediante la ley, el orden y el diálogo. Nos enfrentamos a la violencia y hoy en día hay que hacerle frente”, observa el almirante francés Pierre Vandier ante el micrófono de Franck Alexandre. “Hoy en día, nos encontramos con la OTAN más amplia de su historia y con un instrumento militar que no está a la altura de los retos. De ahí que se produzca un momento histórico de rearme, de toma de conciencia por parte de los 32 países de que la defensa es una prioridad”, prosigue.
Para Vandier, comandante supremo aliado para la transformación de la OTAN, “Estados Unidos tiene sus propios problemas, en particular con la competencia en el Pacífico, lo que le lleva a pedir a los europeos que mantengan la ‘casa Europa’ a la altura de lo que son. Es su edificio, es donde viven, y deben defenderlo y no subcontratarlo a una potencia extranjera. […] Es bueno que los europeos se hagan cargo de sí mismos. Es la edad adulta”, insiste el almirante.
La OTAN no quiere que Estados Unidos abandone Ucrania
El aumento del presupuesto dedicado a la defensa no es el único tema de discordia. Estados Unidos, hasta ahora en su papel de protector, amenaza a sus aliados, y se acumulan nuevas quejas: las opiniones de Donald Trump sobre Groenlandia (territorio constitutivo de Dinamarca), las injerencias en las elecciones y el carácter transaccional otorgado al artículo 5, ese pilar de la OTAN que implica que un ataque armado contra un país miembro provocará una reacción de defensa por parte de cada miembro de la Alianza.
En el bando europeo, ya no se sabe muy bien a qué atenerse, tantas son las dudas y los interrogantes. La primera urgencia es evitar que Washington abandone Ucrania. Si los estadounidenses reducen su presencia, los europeos quieren asegurarse de que, no obstante, mantendrán capacidades militares críticas como la inteligencia, los aviones de reabastecimiento en vuelo y la logística.
Este será un tema candente en la cumbre de la OTAN, “una alianza en crisis”, según un diplomático que se pregunta si esta crisis es terminal o beneficiosa.