por 24Horas
1 de julio de 2025
A través del pago de una suscripción mensual, cada vez hay más personas que acceden a un vehículo ahorrando gastos como intereses de créditos, seguros, permisos de circulación y patente.
Durante años, tener un auto fue uno de esos grandes hitos de la adultez, pero hoy, las cosas han cambiado. Tener un vehículo propio puede ser sinónimo de trámites, deudas, seguros, mantenciones o el TAG. En medio de este caos cotidiano, una nueva forma de moverse está ganando terreno rápidamente en Chile: el renting.
¿Qué es el renting?
A diferencia de la compra inteligente o el crédito automotriz, el renting permite usar un auto sin tener que comprarlo, sin sacar un crédito y sin hacerse cargo de todo lo que implica ser dueño de uno. El modelo funciona bajo el pago de una cuota mensual que incluye seguros, mantenciones, el permiso de circulación, la asistencia en ruta, auto de reemplazo y, por supuesto, el uso del vehículo.
Aunque el renting aún representa una pequeña fracción del mercado automotor chileno, ya supera las 2.500 unidades activas y su crecimiento es constante. En países como España, esta modalidad representa más del 25% del parque automotriz debido al alto costo de los autos en venta, en una práctica que también se repite en otros países de Europa.
Según Benjamín Salineros, CEO de Smartycar, startup chilena spin off de Salfa y que lidera esta transformación en el mercado local, el renting “responde a un cambio cultural mucho más profundo que solo pensar en cómo conseguimos un auto. En la actualidad, para muchas personas amarrarse a un auto es un problema. Ya no vivimos en un mundo donde todo es para siempre. Cambias de trabajo, te mueves de ciudad o formas una familia, así que el renting es una manera más coherente con la vida actual: flexible, digital, sin deudas y sin estrés”.
El escenario chileno del renting
Paulatinamente, Chile ha comenzado a recorrer este camino. Según datos proporcionados por la misma Smartycar, en la actualidad cuentan con más de 1.300 clientes activos en el país, lo que equivale a más del 50% del total de unidades en funcionamiento a nivel nacional.
Dentro de las preferencias de los usuarios, los SUV lideran con un 58% de la demanda, seguidos por los modelos hatchback, que alcanzan un 24%. En cuanto al tipo de clientes, la mayoría corresponde a personas naturales, quienes representan el 71% del total, mientras que las empresas concentran el 29% restante de los vehículos en uso.
¿Cómo funciona?
Respecto al funcionamiento de este modelo, en Smartycar, por ejemplo, todo se hace a través de una plataforma digital en la cual se cotiza, se elige el vehículo y se contrata. Para lo anterior, solo es necesario cumplir ciertos requisitos según la suscripción la realice una persona, una sociedad comercial o una empresa, tener a la mano la documentación al momento de hacer la solicitud, para luego pasar a una revisión y posterior aprobación en solo minutos.
Al igual que en Europa, el principal argumento que hace que cada vez más personas crean en el renting, es el bolsillo. Aunque muchos creen que comprar sale más barato, lo cierto es que al sumar seguros, patente, mantenciones, permiso de circulación, revisiones técnicas, cambio de neumáticos y pérdidas de valor por el año del modelo y algunos otros imprevistos, el renting puede ser más económico y, sobre todo, más predecible.
“Pagas lo que usas y no cargas con lo que no necesitas”, explica Salineros. “El auto ya no es símbolo de status, hoy la verdadera experiencia es moverse sin complicarse la vida”, cierra.
