6 de junio de 2025
El lavavajillas es nuestro mejor aliado para ahorrar tiempo a la hora de limpiar los cubiertos, platos y vasos, siempre que funcione adecuadamente y además de quitar la suciedad nos los ofrezca bien secos para que podamos guardarlos cómodamente.
Sin embargo, hay ocasiones en las que tras poner el lavaplatos lo abrimos y ¡oh sorpresa!, está todo chorreando, teniendo que secar a mano o esperar unas cuantas horas a que el agua se evapore por completo antes de meter cada cosa en su armario correspondiente. ¿Qué está pasando?
Principales motivos por los que el lavavajillas no seca correctamente
Cuando nuestro lavavajillas no seca bien puede deberse a diferentes motivos, y la mayoría de ellos no suponen una avería en la máquina, sino más bien un uso indebido o no seguir las recomendaciones del fabricante.
No usar abrillantador es una de las causas más comunes. De hecho, muchas veces usamos pastillas todo en uno muy económicas que se supone debería tener esta característica integrada, pero no funcionan tan bien como debería.
El abrillantador es esencial para que el secado sea perfecto, ya que como señalan desde Bosch ayuda a que las gotas de agua no se queden adheridas a la vajilla, facilitando que se deslicen y se evapore la humedad. Así obtenemos un acabado brillante y sin manchas de agua.
¿Que con las pastillas que usamos no queda bien? Pues podemos probar con otras de otra marca o echar el abrillantador aparte siguiendo las instrucciones del fabricante para asegurarnos de que este no es el problema.
Utilizar siempre programas cortos es otro motivo habitual. Para ahorrar tiempo muchas veces utilizamos programas cortos o que ahorren mucha energía como los ECO, algo que puede hacer que la vajilla termine saliendo más húmeda de lo que debería.
También puede que hayamos seleccionado algún programa sin función de secado, como la típica "ducha" o "remojado", un modo de prelavado que deja todo húmedo, puesto que es su misión.
La colocación de los platos es otro motivo frecuente. Si los apilamos demasiado o llenamos mucho el lavavajillas puede que no estemos dejando suficiente espacio para que la vajilla se seque al aire correctamente.
También puede haber un problema con alguna de las resistencias calefactoras del equipo. Estas se encargan de generar calor para que la humedad se evapore, y si no funcionan correctamente el proceso no se realiza y el resultado es una vajilla húmeda. En este caso nos tocará llamar al servicio técnico para que nos lo arreglen.
Retirar la vajilla demasiado pronto tras el lavado puede ser otro de los motivos. Por ejemplo, desde Balay aconsejan esperar una media hora desde que haya terminado el ciclo. Incluso también recomiendan abrir la puerta tras terminar para que pueda salir la mayor cantidad de vapor caliente.
En algunos modelos de lavavajillas se incluye además una función de apertura automática de la puerta al terminar, algo muy útil y que conviene tener siempre activado en el caso de que nuestro modelo cuente con ella.
Más información | Bosch | Finish | Samsung | Balay
Imagen portada | Wendelin Jacober
En Xataka SmartHome | Es posible ahorrar al usar el lavavajillas. La clave está en cómo colocamos las cosas dentro
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La noticia
Los platos, vasos y cubiertos salen muy mojados del lavavajillas: estos son los motivos más habituales
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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