por 24Horas
20 de julio de 2025
Este encuentro dará continuidad a una serie de reuniones de líderes progresistas que comenzaron en septiembre del año pasado, en el marco de la Asamblea General de la ONU, convocadas por Lula y Pedro Sánchez.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó este domingo hacia Chile, donde asistirá a una cumbre progresista en defensa de la democracia, en medio de su conflicto abierto con EE.UU. debido al juicio por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro.
En la cumbre, que tendrá como anfitrión al gobernante chileno, Gabriel Boric, participarán los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro, y de Uruguay, Yamandú Orsi, además del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Esta misma noche, tras arribar a Santiago de Chile, el líder brasileño participará en una cena ofrecida por Boric a los líderes que ya se encuentran en la capital, según dice su agenda oficial.
El lunes, de acuerdo a fuentes oficiales, se limitará a las actividades propias de la cumbre, tras lo cual regresará a Brasilia.
Este encuentro dará continuidad a una serie de reuniones de líderes progresistas que comenzaron en septiembre del año pasado, en el marco de la Asamblea General de la ONU, convocadas por Lula y Pedro Sánchez.
El presidente brasileño está ahora mismo enfrascado en un conflicto diplomático con el Gobierno de EE.UU., después de que Donald Trump amenazó a Brasil con aranceles del 50 % a partir del 1 de agosto si no cesan lo que define como "caza de brujas" contra Bolsonaro y el juicio contra el líder de la ultraderecha, a quien el pasado viernes le fueron aplicadas diversas medidas cautelares, que incluyen el uso de una tobillera electrónica.
Bolsonaro está en un proceso por supuestos planes que habría tejido tras las elecciones de 2022, ganadas por Lula, para impedir la toma de posesión del líder progresista y mantenerse en el poder.
Más allá de la amenaza arancelaria, el Gobierno estadounidense ya ha revocado los visados de ocho de los once magistrados de la Corte Suprema de Brasil, en el marco del paquete de sanciones anunciado como represalia al proceso contra Bolsonaro.
Lula ha condenado esa medida, que ha calificado de "arbitraria", y afirmado que "ningún tipo de intimidación o amenaza, de quien quiera que sea, va a comprometer la más importante misión de los poderes e instituciones nacionales, que es actuar permanentemente en la defensa y la preservación del Estado Democrático de Derecho".