El actor estadounidenseJack Betts falleció el pasado viernes 20 de junio a los 96 años en su casa en California. La noticia fue confirmada por su sobrino, Dean Sullivan, al medio The Hollywood Reporter.
Betts, cuya carrera abarcó más de seis décadas, es recordado tanto por sus papeles en películas del género western europeo como por su participación en producciones de Hollywood.
Durante los años 60 y 70, actuó en filmes como Sugar Colt (1966), Django y Sartana (1970), Dead Men Don’t Make Shadows (1970) y He Was Called Holy Ghost (1971), consolidándose como un rostro habitual en este tipo de producciones.
Más tarde, alcanzó notoriedad entre el público contemporáneo con su rol como Henry Balkan en Spider-Man (2002), bajo la dirección de Sam Raimi.
También apareció en otras cintas populares como Batman Forever (1995), Dioses y Monstruos (1998), Falling Down (1993), 8MM (1999) y Office Space (1999).
En televisión, Betts tuvo una extensa trayectoria con apariciones en exitosas series como Friends, Everybody Loves Raymond, Frasier, Monk, The Mentalist, My Name Is Earl, Remington Steele, Kojak, The FBI y Gunsmoke.
Además de su trabajo frente a las cámaras, fue miembro de The Actors Studio, una de las instituciones más prestigiosas para actores en Estados Unidos.
También incursionó como dramaturgo y director, destacando su obra Screen Test: Take One, una pieza teatral ambientada en el mundo de las telenovelas y los sets de grabación.
Con su partida, el cine pierde a una figura versátil que supo reinventarse a lo largo de los años, dejando una huella tanto en los clásicos del western como en la cultura pop contemporánea.