por BioBioChile
8 de septiembre de 2025

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Maureen Slough mintió a su familia y viajó a Suiza para someterse a un suicidio asistido, revelando su verdadera ubicación solo a una amiga. Las hijas se enteraron de su muerte un día después, desatando una controversia legal con la ONG Pegasos, encargada de tramitar la solicitud. La familia acusa falta de información, mientras la ONG defiende haber evaluado la situación de Maureen.
Medios internacionales informaron sobre el caso de Maureen Slough, una mujer que mintió a su familia antes de viajar a Suiza para someterse a un suicidio asistido. Sus hijas se enteraron de su muerte un día después.
De acuerdo a revista People, el 7 de julio Mareen había indicado a sus hijas que viajaría desde Irlanda, su país natal, hasta Lituania, junto a una amiga. No obstante, el destino real había sido Berna.
En realidad, meses antes ella había hecho una silicitud secreta para llevar a cabo el procedimiento, aduciendo que padecía una depresión “severa e irremediable”. Pagó un total de 15.000 euros.
“Un amiga de ella me envió un mensaje el 6 de julio, me decía: ‘Tu mamá está en Suiza’. Agregó que: ‘Tienes derecho a saberlo. Me hicieron jurar guardar el secreto. Ella está allá y quiere un suicidio asistido’. En ese momento me asusté muchísimo”, aseguró una de sus hijas, llamada Megan Royal.
Ella misma sostuvo que, al día siguiente, recibió un mensaje de WhatsApp confirmándole que la mujer había muerto de forma asistida.
“Lo peor no fue solo recibir el mensaje en WhatsApp, sino que además me avisaron que sus cenizas me serían enviadas por correo en 6 a 8 semanas. En ese mismo instante, como estaba sola, me senté con el bebé y lloré… Sentí que mi mundo se acababa”, declaró.
Maureen Slough's assisted suicide is just one of many examples of how coercion exists in different forms, and takes advantage of the lonely and vulnerable.https://t.co/eceik0qtuK
— Assisted Suicide Watch (@ASWatchUSA) August 6, 2025
El caso podría derivar en una polémica legal, ya que la familia acusa a una ONG llamada Pegasos, que tramita las solicitudes de este tipo, de no haberles informado oportunamente sobre la situación de Maureen Slough.
No obstante, desde la institución sostuvieron que evaluaron la situación de la mujer por varios meses. Según su declaración, ella describió su sufrimiento como “un dolor que se hacía insoportable”.
Asimismo, dieron a conocer una supuesta carta que, a comienzos de año, había sido escrita por Megan Royal, en la cual aseguraba estar en conocimiento de la intención de su progenitora. Esto claramente fue negado por la mujer, lo que dio paso a la idea de que el documento fue falseado por Slough.
Phillip Slought, hermano de la víctima, detalló al citado medio que están revisando el caso con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido y de la Mancomunidad británica.
“Si bien entiendo que la ley suiza permite la asistencia para morir, la clínica Pegasos ha enfrentado numerosas críticas en el Reino Unido por sus prácticas con ciudadanos británicos, y las circunstancias en que mi hermana terminó con su vida son altamente cuestionables”, comentó.