por La Tercera
23 de junio de 2025
El pasado sábado 21 de junio una camioneta Ford Explorer color negro viajaba por la Ruta 5 en la Región de Tarapacá. El vehículo era seguido por funcionarios encubiertos del OS-7 de Carabineros, quienes tras meses de investigación estaban tras los pasos de una banda de narcotraficantes que estaba integrada por funcionarios del Ejército.
Así, la madrugada del domingo la policía uniformada por una orden obtenida por la Fiscalía Regional de Tarapacá, logró la detención de seis suboficiales del Ejército, además de un civil que previamente también había sido parte de las filas de la institución. Junto con detener a los integrantes de la banda, también se allanaron una serie de domicilios en Pozo Almonte, Alto Hospicio, Iquique, La Reina y Lampa.
Se trata de seis funcionarios de la Brigada Acorazada “Cazadores” de Pozo Almonte, quienes además de trabajar en labores de artillería en las filas del Ejército, también se dedicaban en sus tiempos libres a internar droga al país, para posteriormente trasladarla hasta la Región Metropolitana para comercializarla. El Ejército anunció que todos los ahora exfuncionarios, fueron dados de baja inmediatamente.
La denuncia del Ejército
La caída de los ahora exsuboficiales, había comenzado a fraguarse tiempo antes. Y es que la investigación del Ministerio Público y el OS7 de Carabineros había comenzado meses atrás por una denuncia del propio Ejército, el que dio cuenta de la situación.
Fuentes de La Tercera, explican que dicha denuncia se concretó después de al menos seis meses de una investigación interna del propio Ejército. La situación fue detectada en labores de contrainteligencia de la institución castrense.
Los mismos conocedores del caso explican que la institución había comenzado esas labores de investigación luego de que se detectaran una serie de “anomalías” y problemas al interior de la brigada “Acorazados” en Iquique.
De hecho, señalan que habían ocurrido situaciones sospechosas que encendieron las alarmas. En ese contexto, se detectaron las operaciones ilícitas de los suboficiales, quienes fueron sorprendidos internando la droga al país que fue avaluada por las autoridades en más de $3 mil millones.

Si bien no se conoce cuándo comenzaron estas operaciones ilícitas, al interior del Ejército existe certeza que esto venía “desde hace un tiempo”. Por lo mismo, ha causado gran gran impacto -precisamente-, dada la magnitud de la cantidad de droga, así como también de los dineros comprometidos.
Por lo mismo, se decidió dar de baja inmediata a todos los funcionarios involucrados.
Este lunes, el general de División, comandante de Operaciones Terrestres, Pedro Varela señaló que el Ejército “de inmediato adoptó las medidas administrativas correspondientes procediendo a tramitar la baja de los funcionarios involucrados conforme a lo establecido por la normativa institucional vigente”.
“Estos delitos en que estarían involucrados resultan inaceptables y constituyen una falta gravísima a los valores de quienes abrazamos la carrera militar. Esto daña la labor que de manera abnegada, profesional y comprometida desarrollan a lo largo de nuestro país los más de 30 mil hombres y mujeres del Ejército de Chile”, concluyó Varela.
Una camioneta con 498 mil dosis
Tras detener a los integrantes de la organización, quienes serán formalizados el próximo jueves por los delitos de asociación criminal y narcotráfico, los funcionarios del OS7 de Carabineros debieron romper gran parte del interior de la camioneta. Y es que los funcionarios habían adaptado el vehículo para ocultar la droga.
En el interior del automóvil, adosado a diferentes partes del vehículo, se encontraron “ladrillos” con 161 kilos de cocaína, además de otros 30 kilos de pasta base. La cantidad de droga incautada, según los investigadores, corresponde a 498.266 dosis, avaluadas en más de $3 mil millones. Junto con eso, también se incautó $2.300.000 en efectivo y 146 cartuchos de balas de diferente calibre.

La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert destacó que la organización trabajaba con una “estructura”, en la que se dividían las funciones entre los diferentes integrantes. En ese sentido, específico que algunos suboficiales se encargaban de las coordinaciones, otros de los vehículos y otros de realizar el transporte.
“No actuaban con uniformes y en general actuaban cuando ellos no se encontraban en funciones”, agregó la persecutora.