por RedGol
27 de mayo de 2025
El chileno, eliminado en primera ronda del torneo francés, se sinceró sobre el rol de la fe en su vida y sorprendió con una profunda reflexión.
Nicolás Jarry (149°) salió de la arcilla de Roland Garros con la cabeza baja. Venía de una maratónica batalla ante el francés Arthur Fils, que terminó por sepultarlo en la primera ronda del Grand Slam parisino. Pero más allá del resultado, fue lo que dijo después lo que realmente sorprendió.
El chileno no solo habló de tenis. También abrió una puerta íntima, desconocida para muchos, sobre su mundo interior. “Siempre he sido católico, solo me faltaba incorporarlo más en mi vida”, comentó a AS después del torneo. Y lo dijo con una convicción que no dejó dudas.
“La fe tiene que ver con confiar”
El Príncipe lleva meses complicados en lo deportivo. Cayó casi 100 puestos en el ranking ATP y no logra salir del bache. Pero en medio de esa tormenta, encontró algo más grande. “La fe tiene que ver con confiar en uno mismo, en el futuro, en tu camino”, explicó.
No es solo una frase bonita: para Jarry, se trata de una manera de ver la vida y de resistir. “Dios, las iglesias, la religión, han existido por alguna razón”, afirmó, dejando entrever una búsqueda más profunda que va más allá del tenis y los resultados.

La peor racha de Jarry en años, pero con algo claro: “Algo tiene que haber”
La temporada de Jarry ha sido para el olvido: apenas siete triunfos, dos de ellos en torneos Challenger, y una caída libre en el ranking que lo dejó fuera del top 100. Sin embargo, este momento oscuro también parece haberlo llevado a mirar dentro de sí.
“Creemos que lo del presente es lo único que importa, cuando hemos estado viviendo más de 2.000 años”, reflexionó. Estas palabras no solo hablan de un deportista en crisis, sino de un hombre que está intentando entender su camino, incluso cuando la cancha no le devuelve buenos resultados.
Y en medio de todo, lo deja claro: “Algo tiene que haber, una verdad mucho más grande de lo que nos dice todo el mundo”.