por 3DJuegos
25 de junio de 2025
Un tiktoker alemán decidió realizar un experimento para comprobar dónde acababan un par de zapatillas que quería donar en la Cruz Roja. Para ello, escondió en su interior un AirTag de Apple y rastreó el recorrido que realizaban desde que las depositó en un contenedor hasta que volvió a cruzarse con ellas. Sin embargo, para su sorpresa y la de los miles de usuarios que se cruzaron con el vídeo, los zapatos no acabaron en manos de un sin techo, sino en otro país a 800 kilómetros de Alemania.
Tal y como recogían nuestros compañeros de Applesfera, tras esconder el AirTag en el interior de uno de los zapatos y soltarlo en uno de los muchos contenedores de donación de ropa que la Cruz Roja Bávara tiene repartidos por el país, la aplicación Buscar de iOS empezó a mostrar cómo las zapatillas marcadas saltaban de Múnich a Austria, y de ahí a Eslovenia y Croacia hasta acabar en Bosnia-Herzegovina. Al descubrir el sorprendente viaje de las mismas, decidió acudir hasta su localización para intentar comprender cómo habían llegado hasta allí.
La Cruz Roja ya ha respondido
Mostrando en vídeo el proceso, el alemán @Moe.Haa acabó en un mercadillo de segunda mano bosnio, donde sus mismas zapatillas y el AirTag que había escondido en su interior se estaban vendiendo por 10 euros. Con las empleadas negando cualquier relación con la Cruz Roja, al mostrar al mundo lo sucedido y hacerse viral la noticia, la organización ha tenido que salir al paso de los comentarios para explicar cómo es posible que lo que alguien donó a la caridad acabase en una tienda.
Tal y como explicaba la Cruz Roja Bávara, en realidad sólo el 10% de las 80.000 prendas que se donan en sus buzones termina entregándose de forma gratuita a los más necesitados. El destino del resto de prendas, como en el caso de las citadas zapatillas, se reparte entre dos variantes que sirven para mantener la organización. Una explicación que, según reclamaban desde la organización, además de ser pública enviaron al citado tiktoker antes de que este decidiese publicar el vídeo.
Según explican y se ha detallado también en un vídeo posterior del influencer, el 50% de las prendas se venden a empresas de reciclaje por estar demasiado desgastadas para su uso, lo que termina convertido en materiales reciclados que le dan una segunda vida a esa misma ropa en vez de simplemente acabar en la basura. El 40% restante, en cambio, se comercializa al peso entre una red de tiendas de segunda mano.
Aunque es evidente que movimientos así erosionan la confianza pública sobre estas organizaciones, desde la Cruz Roja Bávara se reconoce que los excedentes de ropa entrañan costes logísticos que no siempre pueden asumirse y que, al venderla a intermediarios para darle una segunda vida, esos ingresos constantes permiten que las ONG puedan seguir funcionando.
La preocupación por la exportación textil de la Unión Europea, que se duplicó entre 2005 y 2023 hasta alcanzar una media de unos 3 kg de ropa por persona y ha derivado en problemas como vertederos de ropa en países de África y Asia, ha impulsado el estudio de una ley que limite este tipo de exportaciones y que, sobre todo, evite que estos movimientos terminen con montañas de ropa usada en países que no cuentan con los medios suficientes para gestionar ese flujo.
Imagen | Duc Trinh
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La noticia
Un alemán donó un par de zapatos a la Cruz Roja y siguió su camino. Ahora la organización ha tenido que justificarse
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Rubén Márquez
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