En Hollywood siempre pasan cosas, y no únicamente por la constante producción de películas, sino que cada tanto llegan declaraciones muy interesantes.
Recientemente fue Dakota Johnson quien entregó su visión muy honesta y crítica sobre el momento en el que se encuentra la industria cinematográfica.
En conversación con Hot Ones, la actriz no se guardó nada y apuntó contra las decisiones creativas que se toman entre las productoras.
“Creo que es difícil cuando las decisiones creativas se toman por comités, y también cuando las toman personas que ni siquiera ven películas o no saben nada sobre ellas”, comenzó diciendo.
Y el problema es que, según la visión y conocimiento de la intérprete, justamente “eso es lo que suele pasar hoy en día”.
Además, con su experiencia en producciones independientes y grandes proyectos de alto presupuesto, cuestionó la obsesión de los estudios por repetir fórmulas exitosas.
“Cuando algo funciona, los estudios quieren seguir con eso, así que rehacen lo mismo. Pero los seres humanos no quieren eso”, expuso.
Apelando a que los espectadores “quieren cosas frescas, quieren sentir cosas nuevas, experimentar cosas nuevas, ver cosas nuevas”, indicó que en Hollywood “todo es un pequeño desastre en este momento”.
Una crítica más profunda
Johnson ha venido señalando desde hace tiempo los problemas estructurales de Hollywood. En una entrevista con Bustle el año pasado, expresó su preocupación por cómo se toman decisiones basadas en datos y no en creatividad.
“No se puede hacer arte basándose en números y algoritmos. Desde hace tiempo siento que el público es extremadamente inteligente, pero los ejecutivos han empezado a creer que no lo son. El público siempre va a detectar la falsedad", expuso en su momento.
Así, las palabras de Dakota resuenan en medio de un panorama complejo para la industria que se aprecia con cifras a la baja, estrenos decepcionantes y una sensación general de fatiga creativa.
Mientras algunas voces piden más riesgos e ideas originales, la actriz representa a quienes creen que el cine necesita volver a confiar en sus creadores, no en comités corporativos.