por Cooperativa.cl
1 de junio de 2025
En la Cuenta Pública, el Presidente remarcó que "es un profundo error entender estos procesos constitucionales como un fracaso, porque fueron un tremendo aprendizaje para Chile".
El país, dijo, "no quiere ni precisa de vanguardias que se escapen del sentido común de su propio pueblo".
Durante su última Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric hizo un llamado explícito a superar las lógicas de imposición política, reconociendo que los intentos constitucionales recientes -uno dominado por sectores progresistas y otro por conservadores- fracasaron por negarse mutuamente la legitimidad.
"La ciudadanía le enseñó a la política que no tiene sentido pretender pasarnos aplanadoras mutuamente", afirmó el Mandatario, marcando un tono de autocrítica y aprendizaje institucional.
El Presidente abordó el estallido social del 2019 como una expresión de malestar legítimo, pero también reconoció los excesos de violencia y las violaciones a los derechos humanos que marcaron la respuesta estatal.
Rechazó tanto la caricaturización del proceso como un mero "estallido delictual" como la negación del progreso vivido desde el retorno a la democracia. "No todo estaba bien, pero no todo estaba mal", resumió.
El Mandatario remarcó que "el germen de las interpretaciones reduccionistas estaba plantado y se expresó de manera clara en los dos procesos constituyentes que intentamos".
"El rechazo claro de ambas propuestas, dominadas cada una por fuerzas antagónicas que, en mi opinión, cometieron el error de negarle la legitimidad al que tenían enfrente, dio cuenta de un pueblo que exigía acuerdos entre nosotros, sin renunciar a su historia ni tampoco a los derechos conquistados tras largas luchas", añadió.
Boric defendió la institucionalidad chilena por haber canalizado esa crisis social por vías democráticas, pero insistió en que las lecciones están claras: ni las mayorías circunstanciales ni las vanguardias ideológicas pueden imponer sus visiones desconectadas del sentido común ciudadano.
Frente al Congreso, el Presidente destacó que "es un profundo error entender estos procesos constitucionales como un fracaso, porque fueron un tremendo aprendizaje para Chile. Fueron ambos un recordatorio de que Chile no quiere ni precisa de vanguardias que se escapen del sentido común de su propio pueblo, y una profunda reivindicación de que este país lo construimos entre todos y todas, sin negar jamás a quien piensa distinto".
"La ciudadanía le enseñó a la política que no tiene sentido pretender pasarnos aplanadoras mutuamente", cerró.