Un nuevo estudio advierte sobre el deterioro nutricional en los cereales para el desayuno dirigidos a niños, con un preocupante aumento de ingredientes poco saludables como el azúcar, la grasa y el sodio en los productos lanzados entre 2010 y 2023.
La investigación, publicada en JAMA Network Open, analizó 1.200 cereales listos para comer (RTE, por sus siglas en inglés) comercializados para niños de entre 5 y 12 años en Estados Unidos. Los resultados muestran que, en promedio, estos productos contienen hoy un 33,6% más de grasa, un 32,1% más de sodio y un 10,9% más de azúcar que hace 13 años.
A la vez, los niveles de proteína y fibra –nutrientes clave para un desayuno balanceado– han disminuido de forma significativa. “Estas tendencias sugieren una posible priorización del sabor sobre la calidad nutricional”, alertan los investigadores, quienes advierten sobre el vínculo con la obesidad infantil y los riesgos cardiovasculares.
Los autores también destacan que una sola porción de cereal puede representar hasta el 45% del límite diario de azúcar recomendado para un niño. Además, cuestionan la diferencia entre las afirmaciones saludables que figuran en los envases y la realidad de su composición.
Actualmente, la obesidad infantil afecta a uno de cada cinco niños en EE. UU., y el desayuno juega un rol clave en su desarrollo físico y cognitivo. Sin embargo, los fabricantes de cereales no están sujetos a regulaciones estrictas más allá de las normas sanitarias básicas.
“Comprender las tendencias en la composición de los cereales es crucial para la salud pública”, concluye el estudio, que llama a revisar el desarrollo de estos productos en favor del bienestar infantil.