Se suele hablar de los jugadores que compiten en e-sports como deportistas y, aunque parece que está cada vez más aceptado, aún hay muchas cosas bajo ese concepto que se nos escapan. Por ejemplo, un deportista debe entrenar, pero también debe tener una equipación que potencia sus fortalezas y complemente sus debilidades. Que lo hagan mejor para convertirlo en un ganador. Bajo esa convicción, se estableció ZOWIE, una rama de BenQ Corporation que, actualmente, es una de las marcas líderes dentro del mundo de los e-sports.

Hace unos días pudimos asistir a la inauguración de su tercer laboratorio de ciencias del deporte, situado en Eindhoven, Países Bajos. Se suma a los que ya están establecidos en Taiwan y Suzhou desde los años 2020 y 2023 respectivamente. ¿Su objetivo? Según palabras de Jay Wu, presidente de BenQ Europa, aplicar su metodología científica para ayudar a los jugadores profesionales de Europa a alcanzar su máximo potencial. No en vano, en los registros desde 2013 a 2024, se puede ver que el 70% de los jugadores profesionales presentes en el ecosistema de las competiciones Majors eran europeos. Hemos podido probar de primera mano, no solo los principales productos actuales de la marca ZOWIE, sino también su evolución histórica desde su nacimiento en 2008, y cómo es el método mediante el que estudian el rendimiento de los jugadores.

Un milisegundo lo marca todo

Como marca, ZOWIE se nos presentaba con unos preceptos y unas convicciones muy firmes. Para la compañía, los datos, la investigación y la innovación, trabajando en conjunto, pueden mejorar el rendimiento de los jugadores profesionales. Y es que uno de los mantras que se repitió mucho durante la jornada es que no es lo mismo gaming que e-sports. Una anécdota muy curiosa que nos contaron al respecto tenía que ver con sus ratones. Parecen muy sencillos y austeros, pese a todo el trabajo de investigación que llevan detrás, pues no llevan luces de colores llamativos y eso puede hacerles destacar menos en comparación con los que podemos encontrar en las secciones gaming más comunes. Sin embargo, su responsable de área nos decía que eso tenía un motivo: no quieren que los ratones llamen la atención, sino que ayuden al deportista a ganar. ¿Para qué poner un elemento en la equipación que sirva para distraer al jugador, y por tanto empobrecer su actuación?

No solemos pensar en las personas que compiten en deportes electrónicos como deportistas tradicionales, porque si lo hiciéramos, no sería tan difícil detectar cuáles serían sus principales armas o herramientas a la hora de competir: el monitor y el ratón. Están totalmente enfocados al mercado de los e-sports, concretamente al de los First Person Shooters, como Valorant, Apex Legends o Counter Strike 2. Llevan muchos años colaborando de forma estrecha con comunidades de e-sports, recogiendo feedback y datos de sus jugadores, y sus productos siempre se han enfocado a lo que éstos demandaban: quieren productos que los hagan mejores, que los protejan y les informen acerca de su rendimiento.

Planteándolo de esta forma, efectivamente, el ratón y el monitor son el canal y el medio para trasladar ese rendimiento físico del jugador al mundo virtual, por lo que deben adaptarse lo máximo posible al mismo para que no se pierda en ese proceso de interacción absolutamente nada de la capacidad de la persona. Dicho de otra forma: un jugador con unos reflejos afilados, con un monitor con unos ajustes que no estén enfocados a videojuegos (y más específicamente, a FPS), puede hacer que su reacción sea un milisegundo más lenta si la iluminación no es la adecuada. Eso es todo lo que necesita otro profesional para derrotarle en un enfrentamiento. Lo mismo pasa con un ratón que no sepa trasladar, por problemas con su forma o la disposición de botones, la velocidad de respuesta del jugador a la partida. Pueden parecer detalles sin importancia, pero en una competición lo son todo. Es ahí donde entra la labor de investigación de ZOWIE en estos laboratorios de ciencia del deporte para diseñar equipamiento capaz de responder a las fortalezas de los profesionales.

La diferencia entre la victoria y la derrota

Ese afán por crear ganadores y acompañarles en sus victorias es lo que les llevó, por ejemplo, a colaborar de forma estrecha con Majors desde 2019. Están totalmente centrados en la competición, algo curioso, pues los hallazgos que han hecho con su hardware, según nos comentaba alguno de los trabajadores, también habían visto que era beneficioso para un perfil de trabajo de oficina.

No en vano, a la hora de desarrollar los ratones, se ha hecho un estudio del agarre de las manos de los jugadores, analizando características como los puntos de contacto o la superficie de apoyo de la mano y cómo esos factores influyen en la activación y la fatiga muscular de los músculos implicados en las reacciones del jugador. También miden el rendimiento propio de la persona y cómo se modifica en base al ratón que utiliza.

Se trabaja también en base a la captura de movimientos realizada por un sistema de ocho cámaras, que evalúa la postura de la mano junto a la coordinación mano-ratón. La forma de las articulaciones influye en la forma del ratón, y la variación de la distancia mano-ratón también la moldea. Para medir el rendimiento, lo hacen a través de un EMG (electromiograma) en base a la velocidad mano-ratón. Para ello, colocan electrodos en músculos clave de la mano y el antebrazo, así como de la región del bíceps y deltoidea, importantes a nivel articular a la hora de estabilizar la mano de una forma adecuada. De esta forma miden el cansancio y la solicitación de esos músculos, así como el grado de activación necesario para llevar a cabo la función. Gran parte del apoyo que ofrecen estos dispositivos es para optimizar esa fuerza que aplica el jugador, y así impedir la fatiga para mantener el rendimiento al máximo.

Yo mismo probé este sistema, sin ser un jugador profesional de FPS, y fue realmente curioso. Primero, mirando diferentes modelos de ratón que había,  así como la forma, tamaño y postura de mi mano, encontramos los dos que se ajustaban mejor a mi perfil. Después, una vez colocados los electrodos, estuve haciendo varios intentos en un programa modificado (probablemente de CS2) que tenían configurado para distintos programas de entrenamiento, como disparos a larga distancia o, el que probamos, reflejos. En él debía, intercalando sesiones largas de 3 minutos y otras de 30 segundos, disparar lo más rápido y preciso posible a una bola que se movía por todo un escenario.

En este programa se medían mi puntería y mi velocidad de reacción. Era un entrenamiento muy entretenido que, si bien no generaba cansancio físico (ya que los electrodos solo tenían la función de registrar actividad muscular), sí que exigía un alto grado de concentración sostenida. El investigador que condujo la prueba me comentaba que los deportistas con los que trabajaban, no solo buscaban para ellos el producto que mejor se ajuste, sino que lo combinan con entrenamientos personalizados. Como podéis ver, es una disciplina deportiva más.

Es una línea de pensamiento muy parecida al que realiza la podología, analizando los distintos tipos de pisada para hacer un zapato que se ajuste a ella (¿os acordáis de lo de pronador-supinador?). Sin embargo, aunque han recibido comentarios positivos de personas fuera del ecosistema de los e-sports en cuanto al uso de sus dispositivos, no se plantean trabajar en esa área. Según sus responsables, aunque son conscientes de que podrían expandirse mucho más y diversificar en muchas otras direcciones, incluso dentro de sus propios productos, eligen no hacerlo.

Su actual línea de ratones inalámbricos responde a esa filosofía, estando cada serie unida a un tipo específico de agarre y reparto de botones. Por ejemplo, la línea EC es exclusiva de jugadores diestros, y está diseñada para juegos que exijan muchos clics rápidos durante mucho tiempo. Por su parte, la DW y sus variaciones está pensada para FPS que requieran apuntado mantenido de alta precisión, ofreciendo soporte para diferentes agarres y posiciones. Fuimos probando todos estos modelos, ya que estaban disponibles, y era muy curioso el empezar a fijarse en características que, desde la posición de un amateur, jamás habían tenido importancia, como el peso, la curvatura de los laterales o la disposición de los botones del costado.

También pude probar su impresionante monitor de XL2586X de 600Hz jugando al modo práctica de CS2; fue una pena que no pudiéramos probarlo en un duelo real, pero sí que estuvimos revisando características, como sus versátiles alerones laterales móviles, que sirven para centrar la atención y la iluminación a voluntad.

A falta de ver los resultados del informe de mi rendimiento durante las pruebas de aquel día, sí que puedo decir que sorprende el nivel de compromiso que exhibe ZOWIE con esta unión de ciencia, deporte y videojuegos. Desde su planteamiento lógico hasta su trayectoria trabajando junto a profesionales, la apertura de este nuevo laboratorio en Europa puede suponer un empujón brutal en su labor de recogida de datos.

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Quién sabe, quizás si se acelera este proceso y se normaliza más este tipo de equipamiento, puedan servir incluso para que jugadores más amateurs también mejores sus habilidades. O incluso podrían liberar esos programas de entrenamiento para que la gente pudiera comprobar de primera mano cómo son estas pruebas, así como las habilidades necesarias para convertirse en un jugador profesional. Solo el tiempo lo dirá.

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La noticia Existe un laboratorio dedicado exclusivamente a crear jugadores profesionales de eSports. Lo hemos visitado y acabamos siendo objeto de investigación de Zowie fue publicada originalmente en 3DJuegos por Alejandro Morillas .