Según relató la joven, la empresa le preguntó si podía dejarse crecer el pelo para acompañar a los socios a reuniones con clientes.
Una joven denunció en redes sociales que una empresa la rechazó en su búsqueda de trabajo por haberse rapado la cabeza.
De acuerdo con la usuaria Valentina Labarca, quien se desempeña como ingeniera industrial, un trabajo que la había descartado en un proceso laboral la llamó de vuelta para ofrecerle el empleo.
Según su relato, "fue una llamada muy incómoda", en la que le comunicaron que aún no conseguían una persona para la vacante y que les había gustado su perfil.
"Me empezó a contar que el cargo requiere que yo acompañe a los socios principales a muchas reuniones con clientes, y que ellos son personas muy conservadoras, de grandes empresas, muy conservadores", sostuvo.
Fue entonces cuando le preguntaron si estaría dispuesta a dejarse crecer el pelo para "eventualmente acompañarlos a estas reuniones".
La joven afirmó que se negó a aceptar la petición: "Me costó mucho tomar la decisión de raparme de nuevo precisamente por esto (...) tomar la decisión ahora fue asumiendo un riesgo".
"Se supone que el nivel de profesional que uno es, o que potencialmente uno puede llegar a ser, debería pesar más que cómo uno se ve", concluyó.