Universidad de Chile logró un sólido triunfo por 3-1 frente a Deportes Iquique, en un duelo disputado ante un Estadio Nacional colmado y con un equipo azul que mostró carácter y buen fútbol para quedarse con los tres puntos. Sin embargo, el protagonismo no fue solo dentro de la cancha: fuera de ella, los graves incidentes protagonizados por su hinchada podrían derivar en una dura sanción para el club.
Según consigna el informe del árbitro Mathias Riquelme, desde antes del inicio del encuentro se vivieron situaciones irregulares. Hinchas ubicados en la galería norte traspasaron las rejas divisorias para trasladarse a la galería sur, situación que se extendió incluso hasta el minuto 30 de juego.
Ya con los equipos en el campo, se destacó también la ausencia de la tradicional bandera azul que hace mención a la “liga de primera”, un gesto simbólico que no pasó inadvertido en el reporte oficial.
Pero lo más delicado fue el uso constante de pirotecnia durante el desarrollo del partido. En el minuto 46+2 se registró el primer lanzamiento de artificios desde la galería sur. Tras el gol de Universidad de Chile, en el minuto 58, una nueva ráfaga de bengalas fue encendida desde el mismo sector y el codo del estadio. La situación se repitió en el minuto 60, con pirotecnia desde la puerta 18, y culminó en el minuto 85 con una gran cantidad de bengalas encendidas desde varios sectores, incluyendo los codos y la tribuna Andes.
El contundente 3-1 conseguido por los dirigidos de Gustavo Álvarez quedó en parte opacado por estos episodios que ahora serán evaluados por el Tribunal de Disciplina de la ANFP. El club se expone a sanciones que podrían ir desde multas económicas hasta el cierre parcial o total del estadio para próximos partidos como local.
Mientras los azules celebran un triunfo clave en lo futbolístico, el comportamiento de parte de su hinchada vuelve a pasarle la cuenta a la institución, que deberá preparar sus descargos para evitar un castigo que empañe su buen momento en la tabla.