por Hipertextual
18 de julio de 2025
En el metro, para salir a correr, para estudiar, trabajar, o incluso para simplemente perder el tiempo. Nos ponemos auriculares en cualquier momento del día, hasta cuando no queremos escuchar música, simplemente para aislarnos del entorno o del ruido de una cafetería abarrotada a primera hora de la mañana. Es, sin duda, el accesorio para el móvil más vendido, y prueba de ello son las infinitas opciones que tenemos disponibles en el mercado. Hay auriculares de todas las marcas, y también de todos los tipos: in-ear, over-ear, true-wireless, de diadema, y por supuesto, los clásicos auriculares de cable.
Estos últimos son, sin duda, los más conocidos, tanto por su versatilidad como por su precio más económico, y porque, además, hace unos años venían incluidos en las cajas de los móviles —especialmente en la de los iPhone—. Y si bien los auriculares true-wireless (es decir, los inalámbricos) han obtenido un gran protagonismo durante los últimos años, los fabricantes están percibiendo un nuevo auge de los modelos con cable. Precisamente, las ventas de estos han crecido considerablemente durante los últimos meses.
Según datos de Statista, los auriculares con cable representan unos ingresos de más de 7 millones de dólares a lo largo de 2025, y se estima que estos crecerán en hasta
Están de moda, y lo están especialmente entre la generación Z. Y aunque pueda parecer contradictorio que un grupo de personas que ha crecido en la era de internet prefieran unos auriculares mucho más sencillos en cuanto a funciones y tecnología, hay una serie de motivos por el que estos prefieren usar modelos con cable frente a unos completamente inalámbricos.
De hecho, este servidor lleva siendo usuario de unos auriculares con cable —concretamente, unos EarPods de Apple— desde hace varios años. Y aunque sigo siendo fiel a mis AirPods Pro de primera generación, en muchos casos prefiero optar por unos de cable. Pues aunque no lo parezca, tienen una serie de ventajas frente a aquellos inalámbricos.
Los auriculares con cable son más baratos
Uno de los principales motivos por el que la generación Z preferimos utilizar unos auriculares con cable frente a unos inalámbricos, es el precio. Los modelos con cable, como los EarPods, son mucho más económicos que cualquier otro auricular true-wireless de buena calidad. Y a las pruebas me remito. Los auriculares con cable de Apple y USB-C, tienen un precio de unos 15 o 20 euros en tiendas como Amazon. Los modelos de AirPods más sencillos, en cambio, cuestan unos 100 euros; 80 euros más que los EarPods.
Además, los auriculares son un accesorio que cualquier persona puede perder fácilmente; dejárselos en el tren, olvidados en el bolsillo de una chaqueta o incluso en la habitación de un hotel. Y duele menos perder unos auriculares con cable que unos AirPods de más de 100 euros.
Hay, por supuesto, modelos de cable mucho más baratos que los EarPods de Apple, como también hay auriculares inalámbricos más económicos que los AirPods, pero aquí entra en escena otro de los motivos por los que los centennials optamos por unos modelos más clásicos frente a, por ejemplo, unos auriculares de Xiaomi: la estética.
Y es cuestión de estética
Del mismo modo que el iPhone es el móvil estrella entre la generación Z, los AirPods son los auriculares inalámbricos por excelencia entre este grupo de personas. Pocos son los que optan por unos de Xiaomi pese a su relación calidad / precio, pues estos —y aunque algunos modelos imitan a los auriculares de Apple— no son tan estéticos como los de la firma de Cupertino. Aquellos que no tienen el presupuesto o simplemente no quieren gastarse dinero en unos AirPods, prefieren unos modelos con cable, aunque unos de Xiaomi o Huawei cuesten lo mismo.
Para muchos, los modelos con cable pueden parecer más ostentosos, pero la estética reto y la de los 2000 está de moda, y los auriculares son un complemento más para los outfits, un accesorio que queda bien cuando sales a correr o cuando vistes simplemente para ir a tomar algo con unos amigos.
Llevar unos aporta una estética vintage y más alternativa, y prueba de ello es cómo los lucen los famosos e influencers. Un ejemplo es la cantante Addison Rae, muy popular entre mi generación, que utiliza auriculares con cable en el videoclip de Headphones On, uno de los hits del año.
También tiene que ver con la calidad de sonido
Por supuesto, la calidad de sonido es otro de los motivos por el que preferimos auriculares con cable frente a unos inalámbricos. Es muy buena teniendo en cuenta su precio, y además no fallan: no hay cortes, ni problemas de conexión, ni pérdida de audio en algunas canciones, ni una mala experiencia a la hora de usar funciones como la del sonido espacial o el seguimiento de la cabeza.
Del mismo modo, la calidad del micrófono es excelente en comparación con la del micrófono de unos auriculares inalámbricos. Es imposible enviar un audio o hacer una llamada con el micrófono de los AirPods u otro auricular del estilo. Los de cable, además, incluyen el micrófono en el control de volumen, que queda aproximadamente a la altura del cuello y la boca, capturando el sonido de forma mucho más eficiente.
Además, los auriculares de cable no tienen batería, por lo que no hace falta cargarlos, ni estar pendientes de cuánta autonomía les queda o de preocuparnos si se agota y el estuche tampoco tiene batería. Es simplemente conectarlos a la clavija y empezar a escuchar música.
Eso sí, los auriculares con cable también tienen sus inconvenientes. Me pone de los nervios que el cable se enrede, y la cancelación de ruido es algo que echo mucho en falta cuando voy en un AVE repleto de niños de 5 años subidos en el compartimento de las maletas.
La clave está en saber cuándo es conveniente usar unos modelos de cable o unos inalámbricos, o simplemente otro tipo de auriculares. Para dar un paseo, coger el metro, estudiar en un ambiente sin mucho ruido o trabajar, los de cable cumplen su función. Para viajes en avión o en zonas donde hay mucho barullo, aquellos de diadema que cubren toda la oreja o cualquiera con cancelación de ruido, son ideales.