Keanu Reeves no estaba familiarizado con el anime al principio, pero las hermanas Wachowski lo introdujeron en ese universo del que bebía Matrix.
Antes de protagonizar la primera entrega de Matrix (1999), Keanu Reeves tuvo un trabajo que hacer a petición de las hermanas Wachowski: ver un par de películas de anime cuyas influencias son perceptibles en su icónica obra cinematográfica de ciencia ficción.
Keanu Reeves explicó en la Comic Con de San Diego del año 2022 que estuvo “viendo anime en el canal 79, y ni siquiera sabía qué era”. Luego, cuando trabajó “con las Wachowski en Matrix”, le dijeron: “Tienes que ver estas”.
Los títulos elegidos por las cineastas fueron: Akira (1988) de Katsuhiro Ōtomo y Ghost in the Shell (1995) de Mamoru Oshii. Según Keanu Reeves: “Básicamente ahí empezó todo”.
¿En qué se parecen Akira y Ghost in the Shell a Matrxi?
Akira es una de las películas de anime más populares de la historia, y que logró impulsar el género en Estados Unidos. Su estética ciberpunk se ha tomado como referencia en muchas producciones, y Matrix no es menos.
La cinta de las hermanas Wachowski se fija en ella para, entre otras cosas, el tiempo bala de sus escenas de acción, pero no es lo único. Los poderes psíquicos de varios personajes del anime, incluido su protagonista Kaneda, permean en los de los Neo y el resto de protagonistas de Matrix.
Ghost in the Shell, en cambio, va un paso más allá en sus influencias, con las personas convirtiéndose en cíborgs al añadir partes robóticas a sus cuerpos, de un modo éticamente similar a cómo se produce la transmisión de conciencia del mundo físico al mundo virtual en Matrix.
Pero Matrix fue un paso más allá, usando el código verde que aparece en Ghost in the Shell como claro referente visual para la cinta protagonizada por Keanu Reeves, con las hermanas Wachowski queriendo que esa animación diera el salto a la realidad en su largometraje.
Conoce cómo trabajamos en HobbyConsolas.