En una extensa entrevista con GamesRadar+, el ejecutivo de Microsoft, Kareem Choudhry Duncan, ha compartido algunos de los motivos que han llevado a la compañía a redefinir su estrategia global con Xbox. Y lejos de tratarse de una intuición o cambio sin rumbo, lo cierto es que se basa en cifras muy concretas y una realidad que no puede ignorarse.
Por un lado, Microsoft ha detectado que la mayoría de jugadores de consola ya no utilizan un único dispositivo, como era habitual en generaciones anteriores. Ahora los usuarios alternan entre consolas, móviles, ordenadores y tablets con naturalidad. Además, el crecimiento del mercado tradicional de consolas ha ido perdiendo fuerza generación tras generación, un dato que ha encendido todas las alertas en Redmond.
Xbox apuesta por abrirse sin dejar de ser el centro
Duncan lo explica con claridad: “Queremos que nuestras franquicias alcancen el mayor éxito posible, a la vez que hacemos de Xbox la mejor manera de disfrutarlas”. La clave está en un modelo más abierto que permite comprar un juego una sola vez y jugarlo en múltiples dispositivos, sin dejar de incentivar a los jugadores a que lo hagan desde el entorno Xbox si así lo prefieren.
Aunque pueda parecer contradictorio, el compromiso con el hardware propio sigue firme. Hace apenas unos días, Microsoft confirmó su alianza con AMD para desarrollar su próxima consola de nueva generación. Esto demuestra que el plan no es abandonar el formato tradicional, sino adaptarlo a un ecosistema donde el jugador decida cómo quiere jugar.
La visión se resume en una idea muy clara: más libertad para el usuario, sin renunciar a hacer de Xbox la mejor plataforma posible para vivir esas experiencias. Y todo apunta a que este modelo híbrido será la hoja de ruta para la próxima década.