Ni ordenador ni consola portátil, las dos: este PC ultrapotente sirve también para jugar

Las consolas portátiles ganan terreno (desde la Steam Deck hasta la ASUS ROG Ally) y los portátiles gaming siguen siendo voluminosos, pero existe un punto intermedio: la GPD WIN 4, que es ambas cosas a la vez. Un PC con Windows 11, con potencia de sobremesa, que puedes sostener con dos manos y jugar como si fuera una PSP vitaminada.

Y no se queda solo en la idea. Lleva en su interior uno de los chips más potentes de AMD hasta la fecha, el Ryzen AI 9 HX 370, acompañado de una gráfica integrada Radeon 890M, 32 GB de RAM LPDDR5X, almacenamiento SSD de hasta 4  TB y una pantalla Full HD de 6 pulgadas. Todo en un cuerpo de menos de 600 gramos, con teclado físico deslizable, puertos USB4, WiFi 6E, Bluetooth 5.3 y compatibilidad con docks externos.

Eso sí, el precio no es para todos los públicos: cuesta 970 euros en AliExpress (aunque en Amazon supera con creces los 2.200 euros). Pero si buscas un único dispositivo para jugar a todo lo que tienes en PC, emular consolas antiguas y sustituir incluso tu portátil, esta GPD podría ser la opción más sensata (y potente) del momento.

GPD WIN 4

Este PC de bolsillo trabaja con Ryzen AI 9 HX 370, Radeon 890M, 32 GB RAM, hasta 4 TB SSD, pantalla FHD de 6", teclado deslizable y Windows 11.

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Potencia de sobremesa, tamaño de bolsillo

Uno de los puntos que hace destacar a la GPD WIN 4 por encima de otras consolas portátiles es que no usa chips recortados, sino un procesador de arquitectura completa: el AMD Ryzen AI 9 HX 370.

Este procesador es un monstruo con 12 núcleos y 24 hilos, frecuencia turbo de hasta 5,1 GHz y capacidad de ejecutar tareas de creación de contenido, diseño 3D, edición de vídeo o IA generativa... además de, claro, jugar a juegos Triple A sin despeinarse.

La gráfica integrada Radeon 890M es uno de los mayores saltos que hemos visto en portátiles ultracompactos. Permite ejecutar títulos muy exigentes como Cyberpunk 2077, Hogwarts Legacy o Baldur's Gate 3 con ajustes medios o altos a 1080p y una fluidez más que aceptable. Además, al no tener ventiladores ruidosos como otros modelos, se comporta de forma bastante silenciosa.

Si lo tuyo son los emuladores, este bicho es compatible con un montón de emuladores no solo retro, sino hasta de consolas modernas (muy modernas) gracias a su potencia bruta y su pantalla táctil de 6" con resolución 1.920 x 1.080 píxeles. Todo ello dentro de una carcasa de menos de 600 gramos, que cabe en casi cualquier mochila o bolso. Es lo más parecido a llevar un PC gaming en el bolsillo.

Almacenamiento, memoria y conectividad

Cuando se trata de potencia portátil, casi siempre hay que hacer concesiones en algún punto: o se reduce la RAM, o se limita el almacenamiento, o la batería es anecdótica. En este caso, no: la GPD WIN 4 viene con 32 GB de memoria RAM LPDDR5X a 7500 MT/s, que es lo más rápido disponible hoy en día para este tipo de equipos.

En cuanto al almacenamiento, hasta 4 TB en formato M.2 NVMe 2280. No solo tienes espacio de sobra para guardar tu biblioteca de Steam, GOG, Xbox Game Pass o Epic, sino que los tiempos de carga son prácticamente instantáneos.

Y como buena consola-PC, la conectividad no se queda atrás: incluye WiFi 6E, Bluetooth 5.3, puerto USB4, salida de vídeo, lector de tarjetas y compatibilidad con docks para conectar un monitor, teclado, ratón y convertirla en una estación de trabajo. Incluso tiene puerto OcuLink, lo que permite conectar una GPU externa (eGPU) y usarla como PC de escritorio a pleno rendimiento.

Además, su sistema operativo es Windows completo, así que no necesitas hacer malabares para instalar software profesional: puedes usar apps como Photoshop, DaVinci Resolve, Blender, Ableton Live, OBS Studio o cualquier programa que usarías en un PC de sobremesa.

Más que una consola y un PC

Aunque el enfoque está claramente en el gaming portátil, lo cierto es que la GPD WIN 4 puede ser una herramienta de productividad total. Su teclado retroiluminado deslizable no es solo un guiño a las consolas antiguas: permite escribir, programar o trabajar con comandos en el sistema sin depender de periféricos externos.

Por supuesto, puedes acoplarla a un monitor y trabajar con múltiples pantallas, o incluso usarla como servidor doméstico portátil, gracias a su potencia y su autonomía. Y hablando de autonomía: con ajustes equilibrados, puedes conseguir entre 4 y 6 horas de juego o trabajo, dependiendo de lo que exijas. Para un dispositivo tan compacto, no está nada mal.

No es barata (unos 970 euros en AliExpress), pero compáralo con tener un portátil potente y una consola portátil por separado. De hecho, cuesta menos que muchos ultrabooks que ni siquiera te permiten jugar, y bastante menos que si quisieras montarte un sobremesa gaming con eGPU externa.

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