por RedGol
4 de julio de 2025
El australiano volvió a disparar contra Nadal y contó los trucos que el español usaba en el vestuario antes de enfrentarlo.
Nick Kyrgios no se guarda nada y menos si se trata de revivir viejas batallas con los grandes del circuito. En su podcast Wimbledon Unfiltered, el australiano soltó otra de sus ya clásicas confesiones.
Esta vez apuntó directo contra Rafael Nadal. Según él, el español hacía de todo para meter miedo incluso antes de entrar a la cancha y asegura que sus “teatros” en el vestuario no pasaban desapercibidos.
El “show” de Nadal en los camarines
Para Kyrgios, enfrentar a Nadal era una experiencia intensa desde antes del primer peloteo. Lo que pasaba en el vestuario lo descolocaba.
“Rafa era una pesadilla antes de jugar contra él, porque tomaba su raqueta y la movía muy fuerte delante de ti e intentaba intimidarte”, relató.
“Funcionaba, porque estabas sentado, quizás escuchando música y oías la raqueta de ese tipo haciendo zoom, saltando de un lado a otro. Te ponía un poco nervioso”, recordó.

Kyrgios respondía a su manera
Si hay algo sagrado en la rutina de Nadal, son sus botellas perfectamente alineadas. Pero Kyrgios, rebelde por naturaleza, no tenía tiempo para supersticiones ajenas.
En plena cancha, cuando las veía, las movía o las tiraba, desafiando directamente la obsesiva rutina del español. “¿Quién se cree que es?”, comentó.
De odiarlo a usarlo como motivación
La tensión entre ambos no era solo deportiva. Kyrgios fue claro: durante un buen tiempo, odiaba a Nadal. “No lo soportaba. Solía odiarlo y despreciarlo mucho cuando lo veía”, aseguró.
Pero esa molestia terminó transformándose en en energía. Cuando tocaba enfrentarlo, usaba ese sentimiento para sacar su mejor versión. “Era un tipo que siempre me motivaba”, dijo Kyrgios.

“Yo no los veía como dioses”
Kyrgios también explicó por qué nunca sintió esa veneración que muchos tenistas tienen por Nadal, Roger Federer o Novak Djokovic.
A diferencia de otros, no creció viendo tenis, no tuvo ídolos del deporte ni una familia tenística. Para él, eran solo tipos que jugaban muy bien, pero tipos al fin y al cabo.
“Yo no los veía como dioses. Para mí sólo eran humanos. Han conseguido cosas increíbles, son los más grandes de todos los tiempos, pero para mí eran solo unos tipos”, remarcó.