por 24Horas
6 de agosto de 2025
"No existe ninguna circunstancia en la que un docente deba tratar de esa manera a un estudiante", aseveró el ministro de Educación.
Nicolás Cataldo, ministro de Educación, condenó las acciones del profesor de Limache que les gritó a sus estudiantes debido a que uno de ellos habría defendido al dictador Augusto Pinochet, aseverando que "no se plantea en este escenario una causal para impedir el ejercicio profesional".
Cabe recordar que la Municipalidad de Limache ya separó al docente de sus funciones. Además, revelaron que el departamento de Educación fue notificado para llevar las denuncias al Tribunal de Familia y que, además, harán un sumario administrativo.
Al ser consultado sobre el video que circula en redes sociales, el líder de la cartera educativa sostuvo que "no existe ninguna circunstancia en la que un docente deba tratar de esa manera a un estudiante".
Asimismo, señaló que incluso aunque los estudientes puedan estar "cometiendo un error", las maneras de señalarlo "desde el punto de vista pedagógico, educativo, son otras".
"La historia reciente de nuestro país aún genera divisiones, pero esa no es causal para que el profesional de la educación trate de esa forma", apuntó.
Es por ello, además, que afirmó que le parece que la acción de la Municipalidad de Limache "es la que corresponde".
No obstante, sostuvo que "no se plantea en este escenario una causal para impedir el ejercicio profesional, pero sí está el sumario administrativo que va a generar registro respecto a ello para cualquier otro eventual empleo en el sector público".
Video del profesor gritándole a estudiante
Se viralizó un video donde aparece un profesor gritándoles a los alumnos debido a que uno de ellos habría defendido al dictador Augusto Pinochet.
"Lo repito para que todo el mundo lo escuche: acá su compañera está hablando, defendiendo a Pinochet, y yo tengo un familiar...", se escucha decir al docente.
"Yo no lo estoy defendiendo", dijo la alumna delante de todo el curso. En ese momento, el profesor aumentó el tono de voz, se alteró y comenzó a gritar: "¡Cállate, cállate, te dije!".
