¿No íbamos a tener coches eléctricos baratos para 2025? Sigue soñando

En 2015 nos prometieron coches eléctricos baratos, accesibles y con autonomía de sobra para el 2025. Pues bien, ya estamos aquí... y seguimos esperando. Lo que sí ha llegado son coches que cuestan bastante dinero, baterías con una autonomía que no satisface a casi nadie y estaciones de carga que brillan por su ausencia.

Mientras tanto, Tesla sube precios de una forma un tanto desmesurada, Volkswagen retrasa modelos 'populares' que nunca aparecen, y las marcas chinas prometen precios bajos, pero muchas veces levantan sospechas: ¿serán seguros?, ¿durarán?, ¿llegarán siquiera con los nuevos aranceles que la UE prepara para frenar la invasión de coches low cost?

Lo que iba a ser una revolución se está convirtiendo en un club VIP para quien tenga 40.000 euros de sobra y no le apetezca estirar un poco más su coche 'antiguo'. 

De nuevo mención especial a las baterías: caras, pesadas y con autonomías que aún generan muchas dudas. El coche eléctrico está lejos de ser la solución mágica que nos vendieron. La transición verde, al final, parece que le queda unos cuantos años de maduración.

Un sueño que lleva demasiados años para convertirse en realidad

La idea sonaba bastan bien, con coches limpios, silenciosos y baratos. Pero en la práctica, los modelos más accesibles rara vez bajan de los 30.000 euros. Y cuando lo hacen, llevan baterías que ofrecen autonomía algo ajustada y equipamiento algo peor. Incluso los supuestos modelos económicos tienen listas de espera eternas o llegan a cuentagotas a ciertos mercados.

Tesla, la gran abanderada, prometió un Model 3 por 25.000 dólares. Sorpresa: no existe. Los fabricantes tradicionales hablan de 'pronto' o 'en 2027', mientras los puntos de carga públicos siguen siendo una lotería.

¿Y los coches chinos? Marcas como BYD, MG o NIO sí están empujando fuerte con precios más bajos, pero su aterrizaje en Europa ya tropieza con sospechas de dumping y la amenaza de nuevos aranceles. Y aunque algunos ofrecen buena relación calidad-precio, otros todavía generan desconfianza en cuanto a seguridad, garantía o durabilidad.

Y luego está el precio de la electricidad. Si piensas que cargar en casa es barato, espera a ver los precios en estaciones rápidas: en algunos países ya sale más caro que llenar un depósito de gasolina. Así que el 'ahorro' prometido también se está volviendo una ilusión.

Tampoco es que haya una opción sencilla para la segunda mano: los eléctricos usados bajan de precio rápido, pero con baterías ya degradadas y garantías que se esfuman. ¿Y el renting? Los contratos suelen tener condiciones estrictas y cuotas elevadas. La 'opción verde', como ves, sigue sin estar al alcance de todos.

Qué revisar antes de comprar un coche eléctrico (para no arrepentirte)

Si aun así estás tentado, aquí tienes una lista para que no acabes con un vehículo que realmente no satisface o no cumple con lo que esperabas:

1. Autonomía real, no la del catálogo: consulta pruebas independientes. Los datos del fabricante son en muchas ocasiones bastante optimistas.
2. Red de carga en tu zona: mira si hay cargadores cerca de casa, del trabajo o de camino a determinados sitios que vayas con frecuencia frecuentes. Si no, dependerás del milagro de encontrar uno libre y funcionando.
3. Tiempo de carga: algunos modelos tardan horas en recuperar el 80% de la batería. Si tienes prisa, esto puede ser un problema serio.
4. Coste total, no solo el precio de compra: incluye el coste de instalar un cargador en casa, posibles reparaciones y la depreciación —que puede ser brutal—.
5. Garantía de la batería: las baterías se degradan. Revisa qué cubre la garantía y durante cuántos kilómetros o años.
6. Actualizaciones de software: algunos coches se vuelven obsoletos si no tienen soporte digital. Comprueba si la marca garantiza actualizaciones o si tu coche se quedará en el pasado en dos años.
7. Clima y rendimiento: las baterías rinden peor con temperaturas extremas. Si vives en un lugar muy frío o caluroso, eso afecta directamente a la autonomía.
8. Origen del coche y servicio posventa: si apuestas por un modelo chino, infórmate bien sobre la red de talleres, la garantía real y las experiencias de otros usuarios. No todo lo barato sale caro, pero cuidado con los castillos en el aire.

Con todo esto, los coches eléctricos son parte del cambio, sí. Pero por ahora, están lejos de ser una opción masiva y asequible. Si vas a dar el salto, hazlo con los ojos bien abiertos y sin que te cuelen todas las promesas de las marcas. 

El futuro no cabe duda de que será eléctrico, pero de momento también es exclusivo, escaso y algo elitista. Así que, por ahora, quizá lo más realista siga siendo seguir cuidando tu viejo diésel, gasolina... o la bici.

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Etiquetas: Precios, Baterias, Coche eléctrico, Tesla