por BioBioChile
25 de mayo de 2025

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En enero de 2025 se conmemoraron 40 años de la muerte de los exfuncionarios de Carabineros conocidos como los "Psicópatas de Viña del Mar", quienes fueron fusilados en la antigua cárcel de Quillota tras ser condenados por asesinar a 10 personas, violar a 4 mujeres y robar a sus víctimas entre 1980 y 1981. Tras ser descubierto y delatados por un colega, fueron ejecutados el 29 de enero de 1985, poniendo fin a una ola de terror en la ciudad.
En enero del 2025 se cumplieron 4 décadas de la muerte de los exfuncionarios de Carabineros, apodados los “Psicópatas de Viña del Mar”, hito histórico que significó el último fusilamiento por pena de muerte en Chile.
Hace 40 años los exCarabineros Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Topp Collins murieron ante un pelotón de fusilamiento en el patio de la antigua cárcel de Quillota a las 05:52 de la madrugada.
Según la evidencia periodística de aquel entonces, ambos exfuncionarios salieron al lugar donde terminó su vida rezando el padre nuestro, junto a los capellanes, Eliseo Órdenes y Carlos Morales.
El historial criminal de ambos chilenos estuvo marcado por el asesinato de 10 ciudadanos, la violación de 4 mujeres y el robo a todas aquellas víctimas entre 1980 y 1981, lo que por un largo tiempo causó pánico en las calles de la ciudad jardín.
Aquel temor cesó el 8 de marzo de 1982, cuando los exCarabineros fueron detenidos gracias a un colega, quien notó el extraño comportamiento de ambos exfuncionarios.
El miedo de los ciudadanos de Viña del Mar terminó finalmente el 29 de enero de 1985, cuando los dos hombres fueron ejecutados por fusilamiento y sus cuerpos sin vida fueron trasladados hasta el cementerio Playa Ancha de Valparaíso, donde los sepultaron sin una misa y con la mínima presencia de sus familiares.
Primer crimen de “Los psicópatas de Viña del Mar”
Tal como revela el documental de TVN y el archivo que rememora el momento del fusilamiento de Canal 13, el historial criminal de ambos Carabineros inició el 5 de agosto de 1980, en un desolado terreno en camino El Olivar, Viña del Mar, donde se encontraba en un auto Enrique Gajardo, profesor y técnico eléctrico, y su acompañante, una mujer desconocida.
Tras notar la presencia de la pareja en el lugar, ambos hombres no dudaron en asaltarlos, disparando al docente y violando a su acompañante, quien tiempo después acudió a las autoridades para revelar el hecho.
Sus días como delincuentes no terminaron ahí, más bien, estaban recién comenzando. Tres meses después, el 12 de noviembre de 1980, su víctima fue una nueva pareja.

El médico Alfredo Sánchez y la enfermera Luisa Bohle, su prometida, indagaban sobre los preparativos de su boda en un auto cerca a la laguna Sausalito, cuando fueron abordados por ambos sujetos.
Al médico lo asesinaron con dos disparos en el pecho, y poco después los hombres violaron a la que sería su futura esposa, para luego robar sus pertenencias.
La mujer acudió a la justicia para revelar el inolvidable y duro momento, mientras que los medios de comunicación y autoridades ya sospechaban de un psicópata suelto en la ciudad jardín.
Un nuevo año y más asesinatos
Llegó el año 1981, y con este, nuevos delitos de similares características que los anteriores.
El 28 de febrero de 1981, en el marco de una nueva versión del Festival de Viña del Mar, el empresario Fernando Laguna y Delia González, se acercaron al estero Marga Marga para tener un momento a solas.
En aquel lugar rondaba solitario el excarabinero Sagredo, quien se encontraba fuera de servicio. El hombre no lo pensó dos veces y se dirigió al auto para asesinar a tiros a la pareja.
Según información de TVN, la mujer lo reconoció y gritó antes de ser abatida, lo cual habría sido escuchado por vecinos del sector, y aumentado el miedo en la población de la ciudad jardín.
Tiempo después, el 26 de mayo de 1981, ambos criminales asesinaron al taxista Luis Morales, de 33 años, a quien conocían.
Los hombres abandonaron su cuerpo a orillas de un camino y robaron su vehículo, el cual utilizaron para llegar a otro sector de la ciudad de Viña del Mar, donde interceptaron al obrero Jorge Inostroza, y a su acompañante, Isabel.

Los exfuncionarios arrodillaron al hombre y lo ejecutaron con un disparo, para después violar a la mujer a quien abandonaron en el lugar.
En ese entonces y debido al reiterativo modus operandi, las indagaciones de la policía, basadas en las declaraciones de las mujeres violentadas, arrojaban los primeros resultados.
Las sobrevivientes describieron a uno de ellos como un hombre flaco, de tez blanca y alto, mientras que su cómplice era corpulento y un poco más bajo de estatura.
Más víctimas
El 28 de julio de 1981, Óscar Noguera, un joven de 25 años, fue la siguiente víctima.
Cuando viajaba en compañía de Ana María, su amiga, fueron interceptados por un taxi que los obligó a detenerse. Del auto bajaron los dos hombres encapuchados, que mataron al hombre y violaron a la mujer.
A raíz de este caso, los investigadores determinaron que el taxi pertenecía a Raúl Aedo León, cuyo cuerpo fue encontrado en una curva del camino con dos tiros en la espalda, poco antes del asesinato de Noguera.
Finalmente, el 1 de noviembre de 1981, los psicópatas terminaron de escribir su historia de terror.
La noche del 31 de octubre Sagredo salió solo, sin su compañero de crimen, y se dirigió al puente Capuchinos de Viña del Mar, donde se encontraba una joven pareja.
A pocos metros, el exfuncionario los observó por unos minutos, hasta que Jaime Ventura, de 17 años, lo descubrió, enfrentó y golpeó, hasta que fue alertado por su pareja, Roxana Venegas, de 22 años, que tenía una pistola. Sagredo actuó rápidamente y disparó en dos oportunidades, matando al joven y a su pareja.
Pistas del cabo Juan Quijada
Llegó el verano de 1982 y fue el cabo de Carabineros Juan Quijada, que trabajaba en la misma repartición de ambos criminales, quien comenzó a sospechar.
En más de una oportunidad, el hombre escuchó hablar de los asesinatos a ambos colegas con una familiaridad que le resultó extraña.
Sumado a ello, encontró cierto parecido de Sagredo con el hombre que describían las mujeres sobrevivientes, así como las características de Topp Collins.
Tras una serie de coincidencias y en un momento a solas, Quijada encaró a Sagredo, acusándolo de los crímenes, quien le confesó toda la verdad en un momento inesperado de confianza.

Tras ello, Juan Quijada denunció a ambos al O.S.7 de Carabineros, quienes los detuvieron el 8 de marzo de 1982.
“Los psicópatas de Viña del Mar” confesaron con lujo de detalle todos sus crímenes, por lo que fueron condenados a la pena de muerte el 8 de enero de 1983 y dos años ejecutados: el 29 de enero de 1985.
Tras esto, la pena de muerte fue derogada oficialmente en mayo de 2001, bajo el gobierno del expresidente Ricardo Lagos y reemplazada por presidio perpetuo calificado.
Mientras estuvo en vigencia, 58 personas fueron sentenciadas a la pena de muerte por delitos como robo con homicidio, homicidio calificado y homicidio con violación.