por T13
8 de agosto de 2025


Un curioso conflicto entre vecinos en Austria terminó con una elevada multa económica para uno de ellos, debido al ruido proveniente de su estanque de ranas.
Wolfgang Knoll, residente de la localidad de Pasching, fue condenado a pagar 34.900 dólares (equivalente a más de 33 millones de pesos) por causar “contaminación acústica”.
El origen del problema fue que las ranas que habitan en su estanque privado. Según el tribunal, el constante croar de los animales, especialmente durante la noche, interfiere gravemente con el descanso de su vecino. Además de la multa, Knoll deberá hacerse cargo de todos los gastos judiciales.

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El caso fue dado a conocer por la televisión pública austríaca ORF, que lo calificó como una situación inusual dentro del país. Hasta ahora, procesos judiciales de este tipo no habían prosperado, ya que las ranas son una especie protegida y su canto se considera parte del entorno natural. Así lo explicó Julia Kropfberger, presidenta de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza de Alta Austria.
Sin embargo, esta vez el tribunal tomó una postura distinta. La decisión incluyó una orden para que Knoll adopte medidas concretas con el objetivo de reducir el nivel de ruido provocado por los anfibios en su estanque.
En declaraciones a una emisora local, el propietario expresó, “nos han declarado culpables porque es demasiado ruidoso, especialmente por la noche, y el vecino no puede dormir con las puertas del patio abiertas”.
El abogado de Knoll argumentó que este caso se diferenció de otros anteriores debido a la cantidad de ranas involucradas. Según lo citado por la agencia EFE, el jurista explicó que el estanque había proliferado de manera “explosiva”.
Ya en el pasado, la televisión austriaca había reportado sobre las molestias que causan estos animales en propiedades privadas, aunque en esos casos las autoridades habían determinado que el croar no era sancionable legalmente.
Kropfberger señaló que lo más probable es que las ranas involucradas sean machos, cuyo canto fuerte busca atraer a hembras desde largas distancias. Junto con eso, mostró su preocupación porque este tipo de demandas se vuelvan frecuentes
La experta recordó además que con el avance del desarrollo urbano, muchos hábitats naturales de anfibios han desaparecido, y que estanques y piletas en jardines privados se han transformado en refugios esenciales para estas especies.