El fallecimiento de Fernanda Pinto, madre de 32 años, tras dar a luz en el Hospital de Illapel, ha provocado indignación en la región de Coquimbo. La joven, que dejó un recién nacido y un hijo de 10 años, falleció días después del parto por complicaciones médicas.
La familia anunció que tomará acciones legales. Gabriela Calderón, abogada de la familia, confirmó que se presentarán querellas. “Se están anunciando las querellas para perseguir las responsabilidades penales porque el caso en realidad necesita tener justicia”, afirmó Calderón.
También criticó la actitud del Servicio de Salud: “De verdad están molestas, están desconsoladas con todo lo que ha pasado. No es efectivo para nada que el Servicio de Salud se haya acercado a las familias. Fue al revés. Fueron emplazados en una manifestación pública y eso tiene que quedar súper claro”.
No es un caso aislado
El caso no es aislado, ya que otras mujeres denunciaron experiencias similares de violencia obstétrica. Dos madres relataron a Radio ADN presiones durante sus partos y tratos despectivos de parte de las matronas.
Una de ellas explicó que fue presionada para acelerar el parto, mientras que la otra mencionó un trato “grosero” e “inhumano” durante su proceso de atención.
El Servicio de Salud Coquimbo informó que la auditoría clínica sobre el caso de Fernanda está cerca de concluirse y que ya se inició un sumario administrativo. Además, esta semana se sostendrá una reunión con el subsecretario de Redes Asistenciales para revisar los antecedentes y determinar responsabilidades.