por La Tercera
3 de julio de 2025
Antes lo encontrábamos en su justa medida en las frutas y verduras, pero ahora es el aditivo favorito de los alimentos ultraprocesados. Y es que, además de realzar el sabor de la comida, es económico y altamente adictivo.
El azúcar —un carbohidrato necesario para el funcionamiento del cuerpo— se ha convertido en un peligro para la salud: la mayoría de las personas no sabe que está consumiendo mucho más azúcar de lo que en realidad puede manejar.
No es difícil encontrarlo en grandes cantidades: está en las bebidas azucaradas, dulces, salsas, ¡y hasta en el pan y los cereales!
Por ello, un reciente artículo del New York Times exploró con un equipo de médicos cómo el consumo excesivo de azúcar puede ir afectando a cada órgano del cuerpo. Esto fue lo que encontraron.

1. La boca
Aunque no es un órgano, la cavidad bucal es una de las primeras partes del cuerpo que puede verse afectada por el azúcar. Los dentistas no estaban mintiendo: erosiona el esmalte dental y provoca caries.
Pero también puede alterar el microbioma de nuestra boca, en especial cuando se consumen muchas bebidas azucaradas, como gaseosas y jugos.
2. El intestino
Para entender cómo el azúcar daña los intestinos, primero hay que saber qué pasa en ellos cuando reciben este carbohidrato: el intestino delgado lo descompone en azúcares simples (glucosa y fructosa).
La glucosa es fácil de digerir, pero hay un buen porcentaje de personas que no digieren bien la fructosa. Entonces, cuando una de ellas consume un producto con grandes cantidades de azúcar (como un jugo de fruta, jarabe de agave o jarabe de maíz alto en fructosa), el cuerpo no sabrá qué hacer con el exceso.
Entonces, la fructosa se acomodará en nuestro intestino, donde causará gases, hinchazón y dolor abdominal.

3. El páncreas
El páncreas es el órgano encargado de liberar insulina cuando consumimos azúcar: esta hormona tiene el papel de que la glucosa entre en nuestras células para ser utilizada como energía.
Pero cuando consumimos alimentos altos en azúcares, podemos tener una subida de azúcar en la sangre importante y, si es que ocurre muy seguido, las células dejarán de responder a la insulina con normalidad.
Entonces, el páncreas intentará producir más y más insulina para las células, que ya se volvieron insensibles, y pronto dejará de producir suficiente para controlar el azúcar: a esto, se le conoce como diabetes tipo 2.
4. El cerebro
Después de comer o tomar un alimento con demasiada azúcar, puedes sentirte feliz y satisfecho. Pero al pasar las horas, cuando los niveles de glucosa en la sangre caigan, es probable que te sientas cansado, irritable y nuevamente tengas ganas de comer algo dulce.
Esto es lo que el exceso de glucosa le hace al cerebro: el sabor, olor y visión de algo azucarado generará un aumento de dopamina, la sustancia química que da placer, y una vez que satisfagas el “hambre de azúcar”, necesitarás un nuevo estímulo dulce.
Según distintos estudios, mientras más azúcar consumas, más “adicto” se hará tu cerebro a esa sensación, por lo que tendrás más antojos dulces.

5. El hígado
¿Cómo el azúcar te hace subir de peso? Este órgano tiene la respuesta: cuando recibe mucho azúcar añadido, el hígado lo convierte en grasa que, según estudios, puede acumularse en los órganos abdominales en forma de “grasa visceral”.
Esta puede causar inflamación, resistencia a la insulina y, además, está vinculada a enfermedades cardiovasculares.
Pero no solo eso: el hígado también puede acumular grasa dentro de sí mismo y generar hígado graso no alcohólico que, al no ser tratado, puede requerir un trasplante urgente.

6. El corazón
Según los médicos que colaboraron en el artículo del NYT, el consumo excesivo de azúcar también está relacionado con la hipertensión arterial y el colesterol alto que, juntos, generan el escenario ideal para que afloren enfermedades cardíacas.