por BioBioChile
25 de mayo de 2025

VER RESUMEN
Vecino de los Houseman en la década de 1940, el soldado Arnold Sharrock les confió un reloj antes de partir a cumplir su deber militar en Inglaterra. A pesar de sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial, nunca regresó, y el reloj se convirtió en un tesoro familiar por más de 80 años. Tras una investigación, las hijas de Richard Houseman lograron encontrar a la hija de Arnold, Janet Hunt, a quien finalmente pudieron devolver el reloj en febrero de este año.
Fue a principios de la década de 1940, en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, cuando Richard Houseman junto a su esposa Noemí conocieron al soldado Arnold Sharrock: eran vecinos, en la localidad de Middlesbrough, Inglaterra,
La estadía, como vecino de los Houseman, no duró por mucho tiempo, y Arnold fue trasladado, a servir en su rol como soldado, a otra zona del Reino Unido. Antes de partir, les entregó un reloj de bolsillo para que se lo guardaran junto con una nota que decía: “Mis mejores deseos, Arnold”.
Pero Sharrock nunca volvió. Y así, como una reliquia familiar, el reloj de bolsillo pasó más de 80 años custodiado por los Houseman.
Según describe The Sun, el soldado sirvió al 103º Regimiento Antiaéreo Ligero, ganándose la estrella francesa y alemana por sus heroicos esfuerzos. Sin embargo, y a pesar de sobrevivir a la guerra, Arnold falleció en 1966.
Soldado dejó reloj para “resguardarlo” con su vecino, y 80 años después volvió a sus dueños
“Solo lo cuidábamos para otra persona. Nunca pudimos deshacernos de él porque queríamos continuar con ese legado”, dice Debbie Blaxhall, hija de Richard Houseman de 59 años, al diario inglés The Sun, quien junto a su hermana Tracey Stevenson de 62, se aventuraron en la búsqueda del soldado.
Para ello, las hijas de Richard acudieron al genealogista militar de Acentry, Simon Piarce. Tras varios intentos fallidos, y “calles sin salida”, una tarjeta de medalla, encontrada por Simon, reveló que Arnold se había casado con una mujer llamada Joyce Finch.

Esa fue la pista que Debbie y Tracey necesitaban. Las hermanas contactaron a la hija de Arnold, Janet Hunt, de 64 años: “Ella no tenía ni idea, así que intenté explicarle quién era y que tenía el reloj de su padre. Creo que tardó unos días en asimilarlo, pero finalmente pudimos enviarle el reloj de su padre en febrero de este año”, indicó a The Sun.
Se va a casa
Debbie relata al medio que se emocionó al ver a su hermana, quien cuidaba del reloj, despojándose del objetivo que permaneció, a lo largo de los años, en las manos de sus abuelos y padres: tenía un profundo significado familiar, lo que antes era “una leyenda”, ahora se convertía en realidad.
“Se va a casa” recuerda Debbie. Pero la historia no queda aquí. Ancestry organizó un encuentro “especial” entre las hermanas y Janet para el Día de la Victoria, en donde Arnold, y otros 79 soldados, fueron homenajeados con un plato conmemorativo en un emotivo almuerzo.
