Aunque suelen parecer despreocupados, los gatos son criaturas meticulosas. Desde la forma en que caminan hasta cómo se acuestan, todo en ellos tiene un propósito.
Un nuevo estudio científico sugiere que muchos gatos tienden a dormir de un costado muy específico, y esto podría estar relacionado con su estado físico y emocional.
Investigadores analizaron a más de 500 gatos domésticos y descubrieron que una mayoría significativa prefiere dormir sobre su lado izquierdo.
Lo anterior, podría estar vinculado a mecanismos de autorregulación del estrés y funciones fisiológicas como la digestión o la actividad cerebral.
¿Instinto, biología o comodidad?
El estudio señala que este comportamiento podría tener una explicación evolutiva. Dormir del lado izquierdo podría facilitar una mejor recuperación corporal o reducir el riesgo de interrupciones al dormir.
Además, los gatos que dormían de este lado mostraban signos de mayor relajación, en comparación con los que lo hacían del lado derecho o en posición erguida.
“Este patrón puede ser útil para detectar cambios en el bienestar del animal. Si un gato deja de dormir como lo hacía normalmente, puede ser una señal de alerta”, explican los autores.
Aunque no se trata de una regla absoluta, los expertos sugieren observar con atención las posturas habituales del gato, ya que cambios sutiles pueden revelar malestar físico o estrés.