por BioBioChile
7 de septiembre de 2025

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El modelo español Pau Ramis perdió su celular desde 5.000 pies de altura, equivalente a más de 1.500 metros de altura, mientras practicaba paracaidismo, pero lo recuperó intacto tras activar el sonido de emergencia y rastrearlo con su compañero. El video compartido en TikTok mostró el hallazgo sorprendente, generando debate sobre la veracidad del hecho. Un usuario explicó que la resistencia del aire y el terreno blando ayudaron a que el iPhone 13 Pro Max sobreviviera la caída.
Desde 5.000 mil pies de altura, el equivalente a 1.500 metros, cayó el celular del modelo español Pau Ramis, aficionado al paracaidismo, quien en pleno saltó perdió el aparato. Sin embargo, contra todo pronóstico, lo recuperó sin ningún rasguño.
En un vídeo compartido en TikTok, el joven mostró todo el proceso: desde el momento exacto en el que el dispositivo se desprendió del paracaídas hasta la búsqueda posterior en una zona rural sin edificar, según recoge Desconecta de EuropaPress.
Tras ello, con ayuda de la aplicación de localización, él y su compañero rastrearon el terreno y, tras activar el sonido de emergencia, dieron con el celular a las 20:01 horas. Para sorpresa de todos, estaba en perfecto estado y funcionando sin un rasguño.
El propio Pau no salía de su asombro: “No le ha pasado nada, está impecable, no me lo puedo creer”. Sus palabras acompañan las imágenes del hallazgo, que rápidamente se llenaron de comentarios incrédulos y bromas de seguidores. “Llega a ser un Nokia y nos extinguimos”, ironizó un usuario, mientras otro apuntaba que “estaba en modo avión”.
La explicación de la física
La historia también generó debate entre quienes sospechaban de que se trataba de un montaje. En medio de los comentarios apareció un usuario acusando conocimientos de física para demostrar lo contrario.
Según explicó, la velocidad terminal (vt) del dispositivo -es decir, la velocidad máxima que alcanza un cuerpo en caída libre al equilibrarse el peso con la resistencia del aire- sería de 17,4 metros por segundo, lo que equivale a una energía de unos 36 julios. Al caer sobre matorrales, explicó, la distancia de frenado aumentó y el impacto se distribuyó de manera uniforme en el celular.
El resultado, según sus cálculos, fue de apenas 0,0287 julios por centímetro cuadrado (J/cm), muy por debajo de los 0,150 J/cm que se requieren para fracturar el cristal de un iPhone 13 Pro Max. Su conclusión no dejó lugar a dudas: “Si mis conocimientos de física no me fallan, yo diría que no es bait (click bait)”.
Más allá de la explicación científica, para muchos, fue una demostración de la resistencia inesperada de los teléfonos actuales, aunque el propio protagonista insistió en lo afortunado de la caída: el terreno blando jugó a su favor.