Este juego es material de pesadillas, y en PS5 su remake merece mucho la pena

Bendy and the Ink Machine es uno de esos juegos que no se parecen a nada. Su estética de dibujos animados de los años 30 engaña al principio, pero en cuanto empiezas a jugar te das cuenta de que estás dentro de una historia de terror psicológico con mucho más trasfondo del que aparenta. Es original, inquietante y muy adictivo.

Encarnas a Henry, un antiguo animador que regresa a su viejo estudio tras recibir una carta de su antiguo jefe. Lo que parece un paseo nostálgico se convierte rápidamente en una pesadilla de tinta, recuerdos distorsionados y figuras que no deberían estar ahí. A partir de ese momento, todo se vuelve más oscuro y desconcertante.

La ambientación es una de las claves del juego. Combina escenarios inspirados en estudios de animación clásicos con un ambiente opresivo que no necesita sustos baratos para ponerte los pelos de punta. El diseño artístico es todo un acierto, con ese estilo “cartoon vintage” mezclado con luces tenues, sonidos perturbadores y pasillos estrechos. Además, lo tienes por poco más de 20€ en esta oferta de Amazon.

Terror al más puro estilo años 30

En PS5 el juego se mueve fluido y sin tirones, lo que ayuda a mantener la tensión en todo momento. Los tiempos de carga son casi inexistentes y el DualSense aporta un extra gracias a su vibración háptica y los gatillos que se tensan en momentos clave, haciendo que cada puerta abierta o cada maquinaria activada se sienta con más intensidad.

La jugabilidad combina exploración, puzles y momentos de acción. No es un juego de combate directo, aunque tendrás que defenderte con lo que encuentres. Lo interesante es cómo te obliga a pensar, a buscar detalles en los escenarios y a leer entre líneas para entender lo que realmente está pasando en ese mundo lleno de tinta.

Uno de sus puntos más fuertes es la narrativa. Se va desvelando poco a poco y no todo está contado de forma directa. Tendrás que prestar atención a cintas de audio, notas escondidas y al propio diseño de los entornos. Esto hace que te impliques más y que quieras descubrir cada rincón del estudio para saber la verdad.

El sonido es otro protagonista importante. La música de fondo suena como en un dibujo animado antiguo, pero se mezcla con efectos tensos y silencios que te ponen alerta. Cada gota de tinta, cada crujido de una puerta, cada paso en la distancia… Todo está pensado para que nunca te sientas del todo seguro.

Bendy and the Ink Machine tiene algo especial: no solo es un juego de terror, también es una carta de amor a la animación clásica y a los estudios que la hicieron posible. Mezcla nostalgia, suspense y una historia oscura que se va enredando con cada capítulo. Si te gusta el terror con personalidad, aquí hay mucho que rascar.

No todos los juegos de miedo tienen que ser realistas ni sangrientos. A veces basta con una buena idea, un diseño coherente y una historia bien llevada para atraparte. Bendy and the Ink Machine es uno de esos juegos que se te quedan grabados por su estilo y su atmósfera, y en PS5 se disfruta con aún más fuerza.

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